La investigación por la masacre familiar en Villa Crespo, Argentina, sigue sumando elementos que refuerzan la hipótesis más estremecedora: que Laura Leguizamón, en medio de un brote psicótico, asesinó a su esposo y a sus dos hijos antes de quitarse la vida. Una carta escrita a mano y manchada de sangre sería clave para entender el trágico episodio.
Algunos de los elementos encontrados en el allanamiento realizado en el departamento, donde fueron hallados los cuerpos, fue una carta que podría ser la pieza más reveladora del caso.
El texto, escrito con una mezcla de letras cursivas e imprentas poco legibles sobre una hoja A4 y con visibles manchas de sangre, contenía frases sueltas pero profundamente perturbadoras. La autora habría sido Laura, quien dejó al papel en la cocina.
“Íbamos a la calle”, “fue mucho”, “todo mal, muy perverso”, “los arruinaba la vida” y “los amo”. También había una aparente referencia a su teléfono: “mi tel es ‘L’”, y un dibujo que podría corresponder al patrón de desbloqueo del celular de Leguizamón, el cual ahora está siendo analizado por la justicia en busca de más indicios, informó TN.
Las autoridades creen que la carta fue escrita por la propia mujer momentos antes de llevar adelante los asesinatos, y que en ella intentó expresar, de forma desorganizada y confusa, su estado emocional y el motivo detrás del crimen. El contenido sugiere una mente desbordada por la angustia y el delirio, y refuerza la teoría de un brote psicótico como desencadenante.
El brote psicótico detrás del homicidio múltiple
En la escena también se hallaron dos cuchillos Tramontina, que habrían sido utilizados en los ataques, una computadora tirada en el suelo y varias cajas de medicación psiquiátrica.
Según declaró la empleada doméstica que encontró los cuerpos, Leguizamón “estaba distinta” desde hacía algunas semanas, lo que indicaría una posible descompensación en su tratamiento.
Los cuerpos hallados en el lugar daban cuenta de una secuencia aterradora. Adrián Seltzer, esposo de Leguizamón, fue encontrado sobre la cama con múltiples heridas de arma blanca, lo que sugiere que fue atacado mientras dormía. El cuerpo no presentaba evidencias de haberse movido de la cama, por lo que se investiga si fue drogado por la mujer o si él mismo tomaba algún medicamento para dormir.
En cuanto a los menores, uno de los hijos de la pareja murió en su habitación, mientras que el otro habría intentado escapar, pero fue alcanzado en el pasillo del departamento.
Laura Leguizamón, en tanto, no presentaba heridas defensivas, y varios signos forenses indican que fue la última en morir, confirmando la hipótesis del suicidio posterior a los asesinatos.
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