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Manifestando su profunda decepción por el levantamiento golpista, el Presidente Allende le comunicó a los chilenos que será la "última oportunidad, en la que me pueda dirigir a ustedes".

Firme en su posición, el mandatario le dijo a los comandantes en jefe del Ejército que participan del golpe de estado, que no renunciará y que pagará con su vida la lealtad al pueblo.

"Más temprano que tarde, de nuevo, se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor. ¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!", fue parte del discurso transmitido por radio Magallanes.

"Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que por lo menos, será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición", sentenció el mandatario.