El Ministerio de Obras Públicas (MOP) presentó oficialmente el ambicioso plan de ampliación del Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez (AMB) de Santiago, que contempla una transformación profunda de su infraestructura con el objetivo de triplicar su capacidad operativa de aquí a 2050.
Encabezado por la ministra Jessica López, el anuncio detalló una serie de obras clave incluidas en la actualización del plan maestro del aeropuerto, entre ellas la construcción de un tercer terminal de pasajeros, una tercera pista de aterrizaje y nuevas instalaciones logísticas y de transporte, consolidando a AMB como el principal eje aeroportuario del país.
Inversión histórica para infraestructura aérea
El proyecto contempla una inversión aproximada de 4 mil millones de dólares, monto que incluirá el costo de expropiaciones. Las obras se desarrollarán entre los años 2035 y 2050, y su diseño ya comenzó con el anteproyecto referencial, actualmente en proceso de licitación por parte de la Dirección de Aeropuertos.
"Para el MOP esta es una ampliación muy significativa en el tiempo. Son obras de largo plazo que además tienen que ser definidas con mayor precisión. Y es por eso que ya vamos a licitación al estudio que nos va a indicar los tiempos, las formas y los presupuestos más acotados de este proyecto de ampliación. Uno de los subproyectos más urgentes por abordar probablemente va a ser la ampliación de nuestras capacidades para la carga aérea que procesa hoy día el Arturo Merino Benítez”, afirmó la ministra López.
Expansión territorial y nuevas funcionalidades
La superficie del aeropuerto aumentará de 1.070 a 2.368 hectáreas, avanzando principalmente hacia el norponiente, en terrenos de las comunas de Pudahuel y Lampa. La edificación crecerá desde los actuales 380 mil m² hasta superar el millón de metros cuadrados.
El proyecto también considera la habilitación de un nuevo recinto para carga aérea, tres nuevos accesos viales —por El Noviciado, Lo Boza y una vía exclusiva para camiones—, un tren ligero que conectará los terminales, y una nueva área de mantenimiento de aeronaves.
El número de operaciones aeronáuticas por hora pasará de 42 a 125, mientras que la capacidad de estacionamiento para aeronaves se expandirá de 56 a 152 posiciones. Paralelamente, se implementará un anillo de áreas verdes con parques y zonas recreativas, y se instalarán generadores de energía renovable para fortalecer la sustentabilidad del recinto.
Sostenibilidad y eficiencia energética del nuevo aeropuerto
Uno de los ejes centrales del diseño será la sostenibilidad ambiental. La infraestructura contará con la Certificación Edificio Sustentable (CES), lo que garantizará estándares avanzados de eficiencia energética, reducción de residuos y menor emisión de gases de efecto invernadero.
Esta decisión responde al crecimiento sostenido de la demanda aérea desde 2010, que ha registrado un incremento promedio anual del 10% —salvo durante la pandemia— y al análisis técnico que determinó que expandir AMB resulta más eficiente que construir un nuevo aeropuerto en la macrozona centro del país.