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Carlos Gajardo: "El fallo contra Martín Pradenas debe ser entendido por los hombres"

El abogado querellante afirmó que el veredicto condenatorio "servirá para avanzar en un cambio de conductas en la sociedad y. en especial, en los jóvenes".

Carolina González Guerrero

Jueves 27 de julio de 2023

Para este viernes 28 de julio está pactada, a las 13:00 horas, que el Tribunal Oral en lo Penal de Temuco informe la sentencia contra Martín Pradenas, luego de que el pasado 7 de julio fuese declarado culpable, por segunda vez, de cometer siete delitos sexuales, entre ellos, el de Antonia Barra, joven que se quitó la vida en 2019. 

Fueron 11 meses desde el inicio del proceso judicial -que constó con dos juicios-, pero para las víctimas y su familias fueron años de lucha para lograr que su agresor finalmente fuese condenado. De esta forma, ahora llega a su fin uno de los casos de violencia de género que más ha marcado al país.

En la audiencia de lectura de veredicto, el Tribunal Oral en lo Penal de Temuco determinó que el hombre de 31 años fue autor "directo" de dos violaciones y cinco abusos sexuales. En base a ello, el Ministerio Público solicita que el ahora condenado sea sentenciado a 40 años de presidio perpetuo calificado, la pena más alta que existe en la justicia chilena. 

Si bien aún falta conocer cuántos años de cárcel serán decretados en su contra, la familia de Antonia Barra afirma que el hecho de que Pradenas haya sido declarado culpable en dos ocasiones impulsará que cientos de mujeres se atrevan a denunciar. 

"Mi hija motivó a otras mujeres a denunciar, hablar y sacarse esta culpa y vergüenza. Las víctimas nunca son culpables, sí los victimarios", señaló la madre de la joven tras conocerse el veredicto del segundo juicio.

Es más, la propia ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, valoró la decisión del tribunal, asegurando que "este caso demuestra el aprendizaje creciente respecto a la aplicación de la violencia de género y que, en el futuro, las mujeres de Chile esperan que no se dude de su palabra al momento de realizar una denuncia, que no se les niegue el derecho a un proceso judicial". 

Un juicio bajo perspectiva de género

El abogado de la familia de Antonia Barra, Carlos Gajardo, concordó en que este caso "va a servir también para que muchas otras mujeres se atrevan a denunciar". Sin embargo, el también exfiscal afirmó que el veredicto condenatorio también marcará un antes y un después para la justicia chilena, puesto que se trata del primer juicio medático que se desarrolló bajo una perspectiva de género. 

"El tema de la perspectiva de género fue muy importante, pues lo que busca es nivelar la cancha y ser conscientes de los prejuicios que naturalmente las personas, incluyendo a los jueces, tienen. Y al ser conscientes de ellos, dejarlos afuera", explicó el defensor en conversación con 24horas.cl. 

En ese sentido, Gajardo manifestó que la perspectiva de género fue importante en este juicio, porque se aplicó ante dos fenómenos que eran claves para determinar la responsabilidad de Pradenas en los delitos sexuales que se le acusaron. 

"Uno, el entender respecto de Antonia y de las otras cinco víctimas el porqué no denunciaban los hechos cuando estos sucedían. Sólo la muerte de Antonia terminó siendo un espacio seguro que permitió a las demás víctimas denunciar y eso, si uno aplica la perspectiva de género, entiende por qué se produce ese fenómeno", acotó el abogado. 

"Y el segundo fenómeno que hay que mirar con perspectiva de género es el del consentimiento: cuándo efectivamente hay consentimiento para tener relaciones sexuales y cuando no lo hay; y cómo en este caso toda la prueba, mirada con perspectiva de género, daba cuentas de que las mujeres no habían consentido para tener relaciones sexuales con Martín", agregó.  

Si bien este juicio fluyó debidamente bajo la perspectiva de género, cuando recién comenzó hubo una serie de decisiones que hicieron pensar que Pradenas podría no ser condenado por los delitos que se le acusaban. Un de ellas fue que quedó con arresto domiciliario tras ser formalizado. A esto se sumaba el estrato económico del sujeto y el hecho de que la víctima no estaba presente para entregar su testimonio. 

Frente a ello, Gajardo sostuvo que "para la justicia siempre es un desafío aplicar la ley a toda persona sin importar quién sea ella, y ese es un desafío en el que permanentemente tenemos avances y retrocesos. En ese caso estaban esos desafíos, hubo decisiones al comienzo que fueron erróneas, pero que fueron rápidamente corregidas por la Corte de Apelaciones, porque esas primeras resoluciones fueron rápidamente revocadas por la corte y decretó la prisión preventiva". 

"Entonces también, en este avanzar y retroceder, creo que el caso de Antonia muestra un avance importante en la irrigación de este tipo de casos en el sistema de justicia. Esto ha alentado además a muchas otras mujeres a recurrir a la justicia, me ha tocado verlo directamente por la cantidad de casos que se han acercado a nuestra oficinas de abogado para intentar hacer denuncias por estos hechos", añadió.

Adicionalmente, el abogado anticipó que este "caso icónico" va a "servir para avanzar en un cambio de conductas en la sociedad y en especial en los jóvenes".

"Es un fallo que tiene que ser entendido por los hombres. Darse cuenta que hay una nueva forma de sancionar estas conductas y que, por lo tanto, las conductas que han mantenido tradicionalmente no pueden mantenerla", puntualiza.

La importancia de la perspectiva de género

Consultada por los precedentes que generará este caso en la justicia chilena, la ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Antonia Orellana indicó a este portal que la aplicación de la perspectiva es clave para estos casos.

"El uso de la perspectiva de género al momento de investigar y juzgar delitos ha sido fundamental para mostrarle a víctimas y familiares que denunciar vale la pena, que es posible hacer y encontrar justicia, porque lo que hace finalmente su aplicación es restarle responsabilidad a la víctima y otorgarle valor y credibilidad a su testimonio, creer en su palabra sin cuestionamientos basados en estereotipos", afirmó.

"No importa la ropa que vestía ni la hora en la que salía, no importa con quién se juntaba ni en qué circunstancias; la culpa nunca es de las víctimas, y esto le devuelve a víctimas y familiares la confianza en la denuncia y en las instituciones", enfatizó Orellana.