El Centro de Estudiantes de Derecho de la Universidad Andrés Bello denunció el suicidio de un alumno tras sufrir meses de ciberbullying por parte de compañeras.
A través de un comunicado, la organización manifestó que Pablo Bravo Moreno se quitó la vida el pasado 24 de septiembre, dejando una carta donde manifestaba que "no aguantaba el juicio público y la presión social".
"Pablo Bravo Moreno era hijo, hermano, amigo y compañero. Con tan sólo 20 años y siendo estudiante de tercer año de la carrera de Derecho, se vio envuelto, junto a otros compañeros, en una situación de constante acoso, críticas y juzgamiento social que desencadenó en un bullying cibernético", indicó el Centro de Estudiantes.
Todo comenzó en agosto del presente año, cuando estudiantes denunciaron la existencia de una cuenta de Instagram donde varios alumnos realizaron comentarios negativos sobre ciertas personas. Pablo Bravo era uno de los integrantes de aquel grupo.
A raíz de esta situación, los involucrados pidieron disculpas públicas a las víctimas con la finalidad de detener las "funas" y cuestionamientos por parte de sus compañeros. Sin embargo, la situación empeoró con el paso de las semanas.
De acuerdo con la versión del Centro de Estudiantes de Derecho, se creó otra cuenta de Instagram llamada "funadosunab", donde se "funaba públicamente, se denostaba y ensuciaba la imagen de estudiantes que fueron humanos al cometer un error en un grupo privado de Instagram, que asumieron las consecuencias de sus actos y que pidieron disculpas públicas abiertamente a la comunidad".
Dicha situación fue alertada a las autoridades de la Universidad Andrés Bello, sin embargo, desde la organización estudiantil sostienen que realizaron una "omisión absoluta" y no prestaron ayuda a los alumnos que estaban siendo acosados.
"Cuando uno de los afectados y víctimas del bullying constante que acudió a las autoridades correspondientes a manifestar silencionsamente, o más bien a gritos callados que sus compañeras de generación lo estaban increpando públicamente en el casino de la universidad, fue criticado", señalaron.
El Centro de Estudiantes manifestó que Pablo y los otros involucrados recibieron respuestas como "después del 18 de septiembre el alumnado se olvidará de las funas, de los malos tratos", no recibiendo ayuda o apoyo por parte de la directiva.
Llamado a paro
Según publicó Radio Bío Bío, tras la muerte de Pablo Bravo, la Universidad Andrés Bello emitió una declaración mediante la que afirman que "pusieron en marcha los procesos y protocolos correspondientes", los cuales se traducen en talleres y sesiones de apoyo a la comunidad educativa.
"Así también se han flexibilizado las actividades académicas y se dieron los espacios correspondientes para que los estudiantes pudieran expresar sus muestras de apoyo", indicó la casa de estudios.
Sin embargo, los compañeros de Pablo realizaron un "llamado a paro", argumentando la "inacción por parte de la Escuela de Derecho se la Universidad Andrés Bello en prestar ayuda y activar los protocolos pertinentes cuando los estudiantes les informaron del constante acoso".
"Convocamos un paro estudiantil para obtener respuestas por parte de los responsables y solicitando la actualización de todos los protocolos de acoso, bullying, convivencia y similares", manifestaron.