El Instituto de Salud Pública emitió una alerta por productos autobronceantes presentes en el comercio y que tendrían efectos tóxicos para la salud de los consumidores.
Se trata de productos autobronceantes de uso oral, también conocidos como “tanning pills” o “pastillas bronceadoras”, los cuales no cuentan con autorización sanitaria, ante lo cual se insta a las personas a no utilizarlos.
“Estos productos, comercializados en comprimidos o gotas orales, prometen proporcionar un tono de piel más oscuro, sin necesidad de exposición directa al sol. Sin embargo, la evidencia científica disponible sobre su mecanismo de acción y su seguridad en humanos es limitada, asociándose a ciertos riesgos para la salud, principalmente cuando se usan en altas dosis y por un periodo de tiempo prolongado”, expuso el ISP.
“Se han identificado productos en cuya composición declaran contener pigmentos como beta-caroteno, licopeno, luteína y, en algunos casos, canthaxantina”, agregó.
Riesgos asociados
- Daño ocular: la canthaxantina puede depositarse en la retina, formando cristales oculares que afectan la visión (visión borrosa, ceguera nocturna e incluso pérdida permanente de la visión).
- Toxicidad hepática: algunos colorantes o pigmentos pueden generar estrés hepático si se consumen en grandes cantidades, especialmente en personas con condiciones predisponentes.
- Reacciones digestivas o alérgicas: náuseas, diarrea o dolor abdominal.
- Alteraciones a la piel: el uso excesivo de vitamina A o betacaroteno puede causar piel amarillenta (hipercarotenemia).
"Por otra parte, estos productos pueden generar en los usuarios que los consumen, la falsa sensación de protección solar, el color adquirido no protege frente a los rayos UV, por lo que el riesgo de quemaduras o cáncer de piel persiste. El ISP enfatiza, en que la protección efectiva sólo se obtiene mediante el uso adecuado de protectores solares, ropa y accesorios", sostuvo además el comunicado.