Romy Vargas, madre del conscripto fallecido Franco Vargas, arremetió en contra del comandante en jefe del Ejército, Javier Iturriaga, quien este miércoles reconoció que hubo "imprecisiones" en la versión inicial sobre la muerte del soldado.
"Es doloroso constatar que la información preliminar entregada adoleció de falta de precisión. Eso llevó a las diferentes contradicciones que han sido de público conocimiento, materia que seguimos investigando para saber la verdad y precisar si existió ocultamiento de información o derechamente se mintió", indicó el alto mando.
Frente a esas declaraciones, la madre de la víctima pidió "sacar de las filas a los traidores" que estuvieron involucrados en la fatal marcha en Putre.
"¿Precisión? Mentiras. General, le mintieron de forma totalmente descarada. Necesito los nombres de los que dañaron, torturaron y asesinaron a mi hijo", exigió Romy Vargas a través de sus redes sociales.
En esa misma línea, la mujer solicitó al general Iturriaga "sacar de sus filas a los traidores de la patria, ya que no se debe matar a tus compatriotas y menos los de tus fila".
Antecedente sobre la muerte de Franco Vargas
Según el Servicio Médico Legal, Franco Vargas, de 19 años, perdió la vida tras sufrir una insuficiencia cardíaca.
Sin embargo, su madre y compañeros de de campaña manifiestan que su deceso fue consecuencia de la falta de auxilio y maltrato por parte de sus superiores del Ejército durante la caminata.
Vale recordar que el joven murió tras realizar una caminata a 4 mil metros de altura y bajo condiciones meteorológicas que no serían óptimas. Dicha actividad provocó además que otros 45 soldados debieran ser hospitalizados tras sufrir una infección respiratoria.
En razón de esos antecedentes, Ministerio de Defensa instruyó un sumario y una investigación para determinar las eventuales responsabilidades al interior del Ejército, mientras que el Presidente Gabriel Boric citó al general Iturriaga a La Moneda para que entregue todos los antecedentes sobre la muerte del conscripto.
Por su parte, la institución castrense optó por relevar de sus cargos a ocho uniformados, con diversos grados, que participaron en la fatal marcha.