La ministra de Obras Públicas, Jessica López, se refirió a las consecuencias provocadas por el sistema frontal registrado en la zona centro-sur del país.
Consultada sobre las críticas que han recibido como Gobierno en cuanto a las acciones que han desarrollado durante esta emergencia, la autoridad respondió que "siempre en un evento de este tipo, la población puede sentir que no llegamos con toda la prontitud que ellos necesitan, pero yo creo que es bien importante ponderar la magnitud de esta situación".
"Como alguien decía ayer, esto es un terremoto de agua. Llevamos dos o tres días con lluvias muy intesas que en un país con la geografía como la muestra es muy exigente, la cantidad de embalses que han visto sobrepasada su capacidad, la magnitud en cómo se han elevado los cauces de los ríos", enfatizó.
En este sentido, reconoció que "ha sido un frente que ha tenido un impacto muy grande desde Valparaíso hasta el Biobío. Ahora, por suerte, ya está menguando la lluvia y, por lo tanto, el desafío del Estado y del Gobierno es bien importante, de cómo, en primer lugar, llegar a las personas para la protección, lo primero es proteger la vida de las personas, pero naturalmente después viene la etapa de cómo las personas afectadas van a pasar los primeros días en forma apropiada, que se sientan que la autoridad los está protegiendo y, después, bueno, hay un proceso de reconstrucción bien grande aquí por delante".
"Tenemos que hacer levantamientos de cuál es toda la zona agrícola afectada, todas las viviendas, en fin, viene un proceso de reconstrucción casi como de un terremoto, pero en este caso de agua", finalizó,