Personal de la Brigada de Investigación Criminal de la Policía de Investigaciones (PDI) detuvo a dos falsos veterinarios por ejercer la profesión en Talagante.
En concreto, los sujetos de nacionalidad extranjera no contaban con la validación para ejercer la carrera profesional en suelo nacional.
En medio del allanamiento, los uniformados hallaron un total de 2 mil fichas clínicas de mascotas que fueron atendidas por los supuestos veterinarios.
Septicemia de un perro
Las diligencias comenzaron tras la denuncia de una clienta que llevó a su perro hasta la supuesta clínica luego de resultar herido en una pelea con otros canes vecinos, siendo dado de alta al día siguiente.
Sin embargo, según comentó el comisario Cristián Cepeda, la mujer que reportó los hechos notó un "mal proceder" por parte de los supuestos veterinarios, puesto que su mascota quedó con dolores, cambios de humor y mal olor procedente de las heridas. Por ello, volvió a llevarlo hasta la clínica.
A pesar de una segunda intervención realizada en el recinto, el perro continuó con un mal estado de salud, por lo que su dueña lo llevó con otro veterinario, quién le señaló que el animal sufrió un "procedimiento negligente, llegado a una septicemia, con una infección con heridas que no habían sido supervisadas en su momento", detalló el funcionario de la PDI.
Profesionales no validados
Con estos antecedentes, personal especializado de la BICRIM logró identificar todos los médicos veterinarios que trabajaban en la clínica, consultando a la Universidad de Chile si tenían registros de estos.
Desde la casa de estudios indicaron a través de un oficio que "de estos cuatro médicos veterinarios de nacionalidad extranjera, dos no estaban validados, y de esos dos teníamos documentos que acreditaban el ejercicio legal, que era una receta médica y una vacuna antirrábica. La certificación por ley en Chile tiene que ser firmada por un veterinario habilitado".
Gracias a lo anterior, el Tribunal de Garantía autorizó una orden de entrada y registro para la policía, y los uniformados incautaron 1.600 fichas clínicas de uno de los falsos veterinarios desde 2021 a la fecha, mientras que lo mismo hicieron con otras 600 firmadas por parte del segundo imputado.
A pesar de lo anterior, el dueño de la clínica veterinaria tenía toda la documentación reglamentaria correspondiente, a excepción de los dos imputados contratados en el recinto.