Los representantes legales en Chile de las marcas Puma y Adidas se querellaron contra el senador Fidel Espinoza (PS), luego que le retuvieran ropa deportiva falsificada que traía desde Perú.
Según consignó La Tercera, el pasado 3 junio, el Servicio Nacional de Aduanas retuvo en el Aeropuerto de Santiago: 24 polerones, 24 pantalones de buzo y 41 camisetas de Colo-Colo, Universidad de Chile y Universidad Católica.
El legislador fue fiscalizado cuando regresaba al país desde Perú. En total, las prendas fueron avaluadas en 2.211 dólares (unos $2.088.178).
Del total de ropa incautada, 24 polerones son réplicas de Puma con un logo similar a la UC (528 dólares); 24 pantalones de buzo tienen el logo de Puma y la UC (576 dólares); 20 camisetas de fútbol con logo de la UC (540 dólares), y 20 camisetas de Colo-Colo y Universidad de Chile, réplicas de Adidas (567 dólares).
Debido a este hecho, Puma presentó una querella contra el senador. "El dolo del querellado queda de manifiesto, por cuanto el principal atractivo y supuesta 'garantía de calidad' de las especies internadas por FIDEL EDGARDO ESPINOZA SANDOVAL, y que, a la vez, constituye el pilar fundamental en el éxito de sus ventas, son las imitaciones y referencias a las marcas comerciales y etiquetas inscritas a nombre de mi representada, en la misma clase del Clasificador Internacional vigente, esto es en la clase 25, que comprende precisamente vestuario y sombrerería", señalaron en el escrito.
El texto sostiene que "el público al que iban dirigidos tales productos los adquiría con la convicción de estar en presencia de un producto legítimo, con el respaldo y garantía que una empresa como 'PUMA SE' puede otorgar, en circunstancias que el querellado les entregaba una burda falsificación".
La acción pide que los culpables "sean condenados al máximo de las multas y penas que contempla la ley para las conductas de que se trata, al pago de las indemnizaciones legales, según acción civil que deduciré oportunamente en contra de las personas involucradas y demás responsables, y al pago de las costas de la causa".
En tanto, en la querella presentada por Adidas se indica que "del simple examen físico de las mercancías resultó evidente que se trataba de marcas registradas falsificadas, en consecuencia, la Dirección Regional de Aduana Metropolitana confirmó la suspensión de despacho aduanero de las especies individualizadas anteriormente y procedió con la debida notificación a esta parte".
Y se afirma que "estos hechos evidentemente afectan los derechos de propiedad industrial de mi representada puesto que, de autorizarse el despacho y la libre comercialización de los productos referidos, el público al cual estaba destinada esta mercancía la adquiriría con la convicción de estar comprando productos legítimos y con la seguridad de contar con el respaldo y garantía de calidad que representa las marcas registradas por mi mandante, siendo que, en realidad, el público estaría siendo engañado bajo esta apariencia de realidad, provocando confusión en el consumidor".