El ministro Secretario General de la Presidencia, Álvaro Elizalde, lamentó la filtración que se hizo de una conversación entre el Presidente Gabriel Boric y parlamentarios de la macrozona sur para abordar la violencia que azota el área, señalando que "lesiona las confianzas que son fundamentales".
Según dijo, la acción que cometió alguno de los asistentes al encuentro "podría revertir un carácter de delito", indicando que se efectuará la denuncia respectiva.
"Nos parece grave, porque cuando se tratan temas sensibles, como la seguridad, y alguien lo graba, podría representar un delito y también lesiona confiazas necesarias para el diálogo", afirmó.
Elizalde añadió que "sin duda constituye un precedente para que no se repita. No solo por no estar permitido en ordenamiento jurídico (grabar y filtrar conversaciones privadas), sino que también transgrede normas mínimas de confianza".
Cabe recordar que, entre las delcaraciones del Mandatario, y que fueron replicadas por La Tercera, está la alusión de Boric hacia catalogar como "terrorismo" diversos ataques en la macrozona sur.
"Ustedes ven que yo sin tapujos he ocupado la palabra terrorismo", sostuvo el jefe de Estado.
⭕ @alvaroelizalde por filtración de diálogo entre @GabrielBoric y parlamentarios: "Cuando se conversa con el Presidente en una reunión, solicitada por los propios parlamentarios de la zona, un tema tan sensible como seguridad, no procede que se registre ni difunda el contenido". pic.twitter.com/QFIhGEEaWU
"CONVERSARÉ UNO A UNO CON LOS ASISTENTES"
El ministro dijo que se están evaluando las medidas a tomar, pero de pronto incluirá algunos protocolos al momento de repetir estas reuniones.
Asimismo, dijo que "no hay algún sospechoso".
"Conversaré uno a uno con los participantes. No se trata de sospechar de todos. Aquí una persona la habría registrado, no hay sospecha de quién", expresó.
Consultado sobre los participantes al encuentro, aclaró que fueron "representantes del Ejecutivo y parlamentarios", a quienes el propio Boric "pidió expresamente no grabar".
"Por lo sensible del tema, pidió el Presidente de manera expresa que nadie grabara. Cuando se convoca a una reunión por un tema muy sensible como la seguridad es especialmente grave", complementó, sentenciando que pese a ello "la transcirpción (publicada en la prensa) es literal a las palabras" del Mandatario.