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Psicóloga y el proceso de admisión a la Educación Superior: "Es un paso importante, pero no es el paso final"

¿Seguir un plan B, tomar un año sabático, estudiar y dar la PSU de nuevo? Hay miles de estudiantes que se enfrentan con esas opciones -y con algunas emociones negativas- durante el proceso de admisión.

Francesca Cassinelli

Miércoles 31 de diciembre de 1969

Esperaron con ansias la publicación de los puntajes de la Prueba de Selección Universitaria y, lamentablemente, los resultados fueron menores a los que esperaban.

Después de meses de preparar la PSU, de calcular cuántos puntos querían y de evaluar sus distintas opciones hay muchos jóvenes que no obtuvieron los puntajes que esperaban y que ahora lidian con algunas emociones negativas, además de la necesidad de decidir qué camino tomar.

Para la académica y psicóloga de la Universidad Santo Tomás, Texia Bejer, es clave que quienes están enfrentando dicha situación comprendan que lo que decidan hacer inmediatamente después del colegio no es algo que definirá el resto de sus vidas.

"Esto es un paso importante, una gran decisión, pero no es el último paso", pone énfasis la experta agregando que "no se va la vida en esto, es un paso importante (...) una gran decisión que es de la niñez a la adolescencia a la juventud, a la adolescencia más adulta, digamos, pero no se va la vida". 

Sobre las sensaciones que experimentan quienes no logran el puntaje que planeaban, la especialista plantea que "la frustración para todas las personas implica un malestar emocional" y que una forma de lidiar con ella es expresarla.

"Decirla y sacarla de ti, pero también usarla para ver qué otras opciones tienes", sugiere Texia Bejer, agregando nuevamente que hay que tener perspectiva y "aprender a postergar aquello que es gratificación inmediata, a perseverar en las metas".

La psicóloga también plantea que la sociedad en que vivimos es "inmediatista" y muchas veces las personas sienten presión por entrar a estudiar inmediatamente después de salir del colegio, pero que no es la única opción.

"Si tú tomas una buena, mala, más o menos decisión ahora (...) es experiencia, la vida no se acaba", plantea la académica.