Un 31 de mayo, pero de 1986, se dio inicio al Mundial de México, certamen que muchos consideran como bisagra en la historia del fútbol.

Esto porque en él se dio la consagración de Diego Maradona como el mejor jugador del mundo de la época y uno de los mejores de la historia, tomando el trono que había quedado vacante tras el retiro de Pelé.

El astro argentino protagonizó la actuación individual más impactante vista en los mundiales, llevando a Argentina a la obtención de su segundo título del mundo y siendo el protagonista absoluto del torneo.

Pese a que ganó el título venciendo a Alemania en una apasionante final, el partido más recordado es el de cuartos de final ante Inglaterra, donde convirtió el primer tanto de su equipo con la famosa "Mano de Dios" y el segundo en una jugada espectacular, dejando en el camino a cuanto rival se le cruzó, siendo considerado hasta hoy el mejor tanto de la historia de los Mundiales.

No obstante, el campeonato en sí tuvo varios hitos que lo hicieron especial, como el hecho que fuera la primera vez en que los hinchas realizaran la denominada "ola", algo que actualmente es parte infaltable de los grandes eventos deportivos.

Además, también fue la primera vez en la historia que se repitió un país como organizador, ya que los aztecas, que ya se habían hecho cargo de la cita de 1970, debieron asumir la responsabilidad, luego que Colombia, que había sido escogido en primera instancia, desistiera de hacerlo debido a las altas exigencias de la FIFA.

También se caracterizó por haberse realizado con total normalidad, pese al terremoto ocurrido en septiembre de 1985 en Ciudad de México, el que dejó más de 10 mil fallecidos y por momentos puso en riesgo el torneo.

La Roja no participó de México 86' al quedar fuera en el repechaje contra Paraguay, iniciando una racha de tres copas del mundo sin clasificar.