La China continental registró una disminución de las nuevas infecciones por coronavirus por cuarto día consecutivo al bajar los casos importados, mientras que las autoridades cerraron las fronteras a los viajeros extranjeros y redujeron drásticamente el número de vuelos internacionales.
La cifra de 31 nuevos casos del domingo, incluida una infección de transmisión interna, fue inferior a los 45 del día anterior, según la Comisión Nacional de Salud. Los cuatro muertos elevaron la cifra de fallecimientos a 3.304, con 81.470 infecciones, según añadió el comunicado del lunes.
Con la disminución del número de infecciones, los responsables económicos están tratando de revitalizar una economía casi paralizada durante meses de restricciones para controlar la propagación de la enfermedad.
El lunes, el banco central chino redujo inesperadamente la tasa de interés de los acuerdos de recompra inversa en 20 puntos básicos, la mayor reducción en casi cinco años.
El Gobierno está presionando a las empresas y fábricas para que vuelvan a abrir, mientras despliega medidas de estímulo fiscal y monetario para reactivar la recuperación, ante la contracción económica que se prevé para el primer trimestre del año.
Las exportaciones e importaciones de China podrían empeorar ante la extensión de la pandemia por el mundo, deprimiendo la demanda tanto en el país como en el extranjero, según dijo el lunes Xin Guobin, viceministro de industria y tecnología de la información.
El país podría adoptar nuevas medidas para estimular la demanda de automóviles, una industria clave que aún se enfrenta a dificultades, añadió.
China ha concedido préstamos por valor de 200.000 millones de yuanes (28.000 millones de dólares) a 5.000 empresas, procedentes de 300.000 millones destinados a préstamos para ayudar a las empresas a reanudar su actividad, según Xin.
El presidente Xi dijo que el Gobierno ajustará las iniciativas de apoyo a las pequeñas y medianas empresas con prontitud a medida que la situación evolucione para protegerlas de las consecuencias del virus.
Medios de comunicación estatales recogieron citas de Xi en las que instaba a las empresas a que reanuden sus operaciones pese a que continúa la batalla contra el virus, durante una visita el domingo a Ningbo, una importante ciudad portuaria de la provincia oriental de Zhejiang.
Si bien el número de nuevas infecciones ha disminuido drásticamente desde el máximo de febrero, las autoridades se preocupan por una segunda oleada de infecciones provocadas por los chinos que regresan al país, muchos de ellos estudiantes.
China redujo drásticamente los vuelos internacionales a partir del domingo por un período indefinido, después de comenzar a negar la entrada a casi todos los extranjeros un día antes.
La vuelta al trabajo también ha suscitado preocupación por las posibles infecciones internas, al levantarse muchas restricciones de viajes entre regiones, sobre todo por los portadores que no presentan síntomas del virus, que es altamente contagioso, o los presentan de forma muy leve.
La provincia de Hubei, donde apareció el virus por primera vez a finales del año pasado, no comunicó ningún caso nuevo por sexto día consecutivo el domingo, después de levantar las restricciones al tráfico y reanudar algunos vuelos nacionales.