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El 60% de los chilenos aprueba rastrear celulares para fiscalizar cuarentena según estudio

En el sondeo Tren Digital de la UC, además se reveló que el 11,7 % de las personas dejó de saludar con la mano en el país producto del coronavirus COVID-19.

24horas tvn

Miércoles 31 de diciembre de 1969

Un estudio de Tren Digital UC reveló que cerca del 60% de las personas está de acuerdo con que se fiscalice la cuarentena de las personas contagiadas o con exposición al COVID-19 mediante el rastreo de sus teléfonos celulares.

La medición que se realizó a través de encuestas por internet a 850 personas entre el 13 y 24 de marzo, es el primer estudio realizado tras la llegada del virus al país.

El estudio determinó que un 29% afirmó estar "de acuerdo" con la posibilidad de rastrear a las personas contagiadas o expuestas al virus mediante sus celulares, y el 28,7 % dijo estar "muy de acuerdo", llegando a casi un 60 por ciento de apoyo, según publica El Mercurio.

"Mientras no se vulneren los derechos individuales y pensando en el bien común, hay que tomar todas las medidas que sean necesarias para asegurarnos de que las personas que están con indicación de cuarentena la respeten", dijo al respecto Patricio Meza, vicepresidente del Colegio Médico de Chile.

La directora ejecutiva de la ONG Derechos Digitales, María Paz Canales, en tanto, expresó al medio que es un tema complejo, ya que "esa información que se recopile luego puede ser una fuente de discriminación en materia laboral, de recepción de prestaciones de salud, en beneficios sociales por parte del Estado, en muchas formas se puede materializar en aspectos negativos".

Medidas de prevención

El estudio además evidenció que el 11,7 % de las personas decidió dejar de saludar con la mano como medida de prevención, un 17,9% aseguró lavarse las manos de forma frecuente y un 16,2% de los entrevistados dijo que utiliza el brazo para tapar su boca al estornudar.

Pese a esto el académico de la Universidad Católica, Daniel Halpern, afirmó que "es impresionante" que la gente no le tome la importancia que merece la situación.

"Hay un cambio, pero sigue siendo bajo. Hay un egoísmo y una falta de preocupación por el otro que no creo que sea un problema comunicacional, sino que es que la gente no quiere hacerse cargo y asumir responsabilidades", sentenció.