Bastián es un joven de 16 años que sufre de una grave enfermedad llamada epilepsia refractaria, esto quiere decir que su cuerpo no responde a ningún tratamiento, por lo que un dispositivo es vital para controlar su padecimiento. Sin embargo éste se quedó sin batería y producto de la pandemia le cancelaron todas las atenciones, incluida la operación que solucionaría el problema.
Los padres del adolescente, que mentalmente tiene una edad de un año y medio, están desesperados, ya que el aparato llamado estimulador vagal lo que hace es enviar impulsos eléctricos al cerebro provocando que sus crisis duren segundos. Actualmente, las crisis de Bastián pueden llegar a durar cinco minutos, ocasionando enormes daños en su cerebro.
Así como la familia de Bastián hay muchos padres que acusan el abandono por parte del sistema de salud tras la pandemia. Esto porque producto de la llegada del COVID-19 al país se decidió cancelar todas las atenciones crónicas, lo que incluyó la postergación de este tipo de cirugías.
Los padres del aludido realizaron todos los trámites que les pide el Ministerio de Salud para solicitar el cambio de la batería del dispositivo, pero no han recibido respuesta, misma situación que acusan otras familias.
Desde el Minsal afirmaron que tomaron conocimiento de todos los casos como el de Bastián y que se comunicarán con las familias para realizar la intervención a la brevedad.