Ha pasado más de un año desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó la pandemia de COVID-19 en todo el mundo, periodo en el que múltiples pacientes tienen que enfrentar las consecuencias del virus en soledad, razón por la cual una enfermera creó guantes especiales para tranquilizarlos.
Se trata de Lidiane Melo, una funcionaria de salud brasileña, y que a sus 37 años ideó un plan para apalear los efectos negativos emocionales que ha provocado el virus en las personas.
Según la información difundida por medios locales, la enfermera unió dos guantes de látex rellenos con agua caliente, con el objetivo de entrelazarlos con las manos de los pacientes y así calmar la crisis emocional.
Melo explicó que la idea surgió cuando una de sus pacientes le solicitó tomar su mano, pero debido a la incesante carga laboral ocasionada por el COVID-19, no pudo hacerlo.
"No nos dejó sedarla, solo dijo que no podíamos dejarla morir, que tenía dos hijas y dos nietas, que cuidaba a su familia. Me pidió que la tomara de la mano. Le dije que no podía, que tenía otros pacientes que atender, pero que iba a hacer algo", declaró.
De esta forma, llevó a cabo el sencillo plan: "Se calmó, me dijo que sentía que le estaba cogiendo la mano y le dije que no era la mía, que pensara que era la mano de Dios, que le iba a ayudar a salir de allí".
Posteriormente, y con el paso de los días, la paciente fue dada de alta y desde entonces la funcionaria de salud ha aplicado esta técnica en diversos contagiados.
Cabe señalar que la noble acción ocurrió en 2020, pero recientemente se ha vuelto viral entre los usuarios, luego que Lidiane Melo publicara la fotografía en sus redes sociales