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"Eran terribles los gritos”: El crudo relato de doctora ecuatoriana narrando su experiencia en hospital por COVID-19

24horas tvn

Miércoles 31 de diciembre de 1969

Julieta Sagñay, una psiquiatra que lidera programas de recuperación de drogas en jóvenes en Ecuador, fue diagnosticada con coronavirus y tuvo que ser hospitalizada, instancia donde fue testigo de dramáticos hechos.

La profesiona confesó que desde que ingresó al centro hospitalario, notó carias falencias médicas: Desde la falta de protección en los trabajadores e insumos de bioseguridad, hasta la escasez de medicamentos para atender a los pacientes que daban positivos de COVID-19.

Jamás me imaginé que tenía esto. Dije, será una gripe, me aislé, tomé todas las medidas. Consulté con mi doctor Washington Alemán. Al sexto día se me complicó, me hice una tomografía en la clínica Kennedy. Le mostré a mi médico y me insultó. Llamó a mi familia para que no se me acerque. Me dijo: ‘Te vas a ingresar en este momento’. Me fui a ingresar al IESS de los Ceibos, entré a Emergencia y me dijeron que no había cama”, explicó al diario El Universo.

Y continuó: “Logré ver algunos muertos en el baño del hospital. Eran como las 23:00. Ahí me tomaron la muestra y el hombre que hizo la prueba no tenía ninguna protección; le dije: te vas a contagiar, y efectivamente muchos se enfermaron ahí”.

Según narró, el tiempo de espera para que la atendieran fue larga, hasta que le ofrecieron una cama y ella aprovechó la instancia para consultar qué medicamentos le daría: “‘Paracetamol’, me dijo ese médico. Y yo, viendo todos esos muertos ahí. Dije no. Me voy. Salí a las tres de la madrugada de ahí”, relató.

Sin embargo sabía que no podía regresar a su casa y que necesitaba atención, por lo que logró ingresar a otro hospital, donde asegura que la atención fue bastante amable.

“Me revisaron en ese hospital y me dijeron: ‘Te tengo que bajar a UCI, te tengo que intubar’. Yo le dije que no. Dónde firmo, yo sé qué es eso. Ya casi nadie sale vivo de ahí. Habíamos muchos pacientes así en esas condiciones”, confesó.

Y continuó: “Mi doctor me dio un medicamento inmunológico que les dan a pacientes con cáncer. Eso me subió las defensas, mejoré notablemente. Pasé 8 días allí hospitalizada, de domingo a lunes. Escuché todos los días a los pacientes toser. Había colegas míos. Eran terribles los gritos que escuché".

"El último día me dijeron que me tenían que sacar de allí porque había 17 cadáveres y me iba a contaminar’. Yo pensé en todo lo que escuché, eran las personas que morían allí en la sala. Si tuvieran los medicamentos, no se hubiesen muerto. El medicamento no hay ni en las farmacias”, confesó.

Actualmente está recuperándose poco a poco y ayuda a sus conocidos con tan dramática experiencia, para que puedan combatir también con el coronavirus.