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Estudio lumínico que proyectó "Hambre" en edificio de Telefónica acusa censura y anuncia recurso de protección

Delight Lab emitió un comunicado en donde afirman que este martes, desde un camión con focos "especialmente habilitado y protegido por Carabineros", se logró impedir una nueva proyección donde se iba a poder leer la palabra "Humanidad".

24Horas.cl Tvn

Miércoles 31 de diciembre de 1969

El estudio lumínico audiovisual Delight Lab, quienes realizan intervenciones artísticas con luz en espacios públicos durante los últimos meses desde el estallido del 18 de octubre, confirmaron que el pasado lunes fueron ellos quien proyectaron la palabra "Hambre" en el edificio de Telefónica ubicado en Plaza Baquedano. De igual forma, denunciaron que han sido hackeados en su cuenta de Instagram además de recibir amenazas y censuras, por lo que decidieron presentar ante la justicia un recurso de protección.

En una declaración firmada por Octavio y Andrea Gana, quienes llevan adelante el proyecto, explicaron que "nuestro trabajo responde a una profunda sensibilidad artística y humanitaria y, en particular, ante las crisis sociales y ambientales que ocurren en Chile y en el mundo, hemos querido expresar creativamente, de manera pacífica y silenciosa, una sensibilidad universal sólo utilizando la luz".

 

Junto con aclarar que "no tenemos ninguna afiliación política", denunciaron de manera pública que "estamos siendo víctimas de amenazas, amedrentamiento, hackeo y censura: tememos por nuestra integridad física y solicitamos el apoyo de la comunidad cultural y de todos aquellos quienes comparten los valores democráticos y el respeto a los derechos humanos".

Junto a ello, acusan que el pasado martes "mientras realizábamos otra proyección, de la palabra 'Humanidad', aparecieron unos focos blancos, desde un camión especialmente habilitado y protegido por Carabineros, iluminando la zona de manera de hacer ilegibles los mensajes, en un inaceptable acto de censura y atentado a la libertad de expresión".

 

A continuación se exponen con mayor detalle los argumentos de su denuncia, y a la vez dan a conocer los pasos que van a seguir.

1. El pasado domingo 17 de mayo nuestra cuenta de instagram (principal plataforma de difusión de nuestro trabajo) fue hackeada, impidiendo su acceso. Posteriormente fue borrada, por lo cual tuvimos que crear una nueva cuenta.

2. El día lunes 18 proyectamos la palabra “Hambre”, como un modo de promover la ayuda a personas que están sufriendo esta crisis en Chile. Ese mismo día, recibimos una serie de emails, mensajes personales, ataques e insultos a través de redes sociales e incluso cuentas privadas. Además, subieron fotos nuestras, que incluían nuestro rut, direcciones y otros datos privados.

No reproduciremos acá el calibre de los insultos y groserías recibidas, pero nos advertían que nos “cuidáramos” y que si seguíamos haciendo nuestro arte sufriríamos las consecuencias. A esto se suman las inaceptables palabras del diputado RN Diego Shalper, quien nos trató de “miserables” y pidió que se investigara y persiguiera a quienes estaban detrás de las proyecciones lumínicas porque responderíamos a una “ideología y agenda política, violencia incluida”.

Estas declaraciones sí son violentas, no lo que hacemos nosotros, e incluso alguien podría interpretarlas como una incitación a las persecuciones y amedrentamientos que estamos sufriendo.

3. Ayer, martes 19 de mayo, mientras realizábamos otra proyección, de la palabra “Humanidad”, aparecieron unos focos blancos, desde un camión especialmente habilitado y protegido por Carabineros, iluminando la zona de manera de hacer ilegibles los mensajes, en un inaceptable acto de censura y atentado a la libertad de expresión.

Es evidente que esto obedece a una operación previamente concertada que pone en riesgo nuestra integridad física y vulnera nuestros derechos, por lo cual estamos interponiendo un recurso de protección. Además, por otro lado, reafirma el impacto social de lo que hemos hecho.

Como artistas, avalados por toda nuestra conocida trayectoria, lo que menos podemos pedir es que la autoridad cumpla con protegernos y lo que pacíficamente hacemos, sancione a los responsables y aclare estos hechos sean aclarados a la brevedad. Nuestra acción de arte, lejos de ser un delito, ha sido visto por la mayoría de la gente (eso está consignado vastamente en la prensa) como un acto humanitario y sensible del duro momento que vivimos.