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Fin a las "teorías conspirativas": el coronavirus "no es un arma biológica creada en laboratorio"

Robert Garry, virólogo que publica en la prestigiosa revista Nature, aseguró a 24 Horas que "una persona no puede haber pensado o diseñado este virus en una computadora. Esto es claramente es algo que afloró de la naturaleza".

24Horas.cl Tvn

Miércoles 31 de diciembre de 1969

Que fue creado por los chinos o inventado para ser un arma masiva.

Estas son parte de las versiones que circulan en internet para explicar el origen del coronavirus COVID-19, enfermedad que cada día deja más contagios y fallecidos en el mundo luego de que se reportaran los primeros casos en China.

Sin embargo, la prestigiosa revista Nature elaboró un artículo donde aclara que el virus es una mezcla de otros componentes que, lo más probable, haya aflorado de la naturaleza, descartando la intervención humana.

Robert Garry, virólogo de la Universidad de Tulane y autor del texto en Nature que analizó el COVID-19, explicó a 24 Horas que esta enfermedad no tiene que ver con un virus artificial, respondiendo a una mezcla entre otros organismos.

"Cuando las redes sociales dicen que un científico creó esto y es un arma biológica es falso, definitivamente. Esto es muy claro. Una persona en un laboratorio no podría haber pensado o diseñado este virus en una computadora o por cualquier otro medio. Esto es claramente es algo que afloró de la naturaleza", destacó.

Asimismo, Garry comentó que el origen del COVID-19 se debe a "virus que se unieron para crear este nuevo virus, los cuales ni siquiera fueron descubiertos hasta que la pandemia comenzó. Por lo que básicamente no hay forma de que esto pudo haber venido de un laboratorio".

Finalmente, ligó las versiones del origen del COVID-19 como "teorías conspirativas", aclarando que este coronavirus no debiese ser catalogado por un gentilicio, como "el virus chino".

"Algunas personas simplemente aman las teorías de conspiración. Este no es un virus que vino de un país, no debería llamarse el virus chino", sentenció.

DOS TERCIOS DE FALLECIDOS EN EUROPA SON HOMBRES Y LA AMPLIA MAYORÍA MAYORES DE 65 AÑOS

Dos tercios de los más de 52.000 fallecidos por COVID-19 en Europa son hombres, y un 95 % tenían más de 65 años, detalló hoy el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el Viejo Continente, Hans Kluge, quien pidió a la región que no baje la guardia ante la pandemia.

El doctor belga resaltó en rueda de prensa que muchos de los fallecidos en la pandemia tenían problemas de salud que se complicaron al contraer el coronavirus, y concretamente más del 60 % padecían enfermedades cardiovasculares, un 29 % diabetes y un 21 % dolencias renales.

También subrayó que aunque la enfermedad parece ser más grave a mayor edad, el reciente fallecimiento de un menor de cinco años en Reino Unido y otro de 12 en Bélgica tras contagiarse del coronavirus "muestran que en casos aislados también puede ser fatal para los niños".



En Europa, un 40 % de los casos de COVID-19 confirmados requirieron hospitalización y un 5 % necesitaron de cuidados intensivos, detalló en videoconferencia desde Copenhague.

Europa, con cerca de la mitad de los casos globales y dos tercios de las muertes, sigue teniendo una situación preocupante, con mayores niveles de letalidad que en otras regiones y siete de los 10 países más afectados en su territorio (España, Italia, Alemania, Francia, Reino Unido, Turquía y Suiza), subrayó.

Aunque países como España, Italia o Alemania están mostrando una ralentización en el número de nuevos casos diarios, Kluge alertó sobre el "ascenso dramático" de casos en Turquía, concentrados especialmente en Estambul, y crecimiento de las cifras en Noruega, Ucrania, Bélgica o Suecia, entre otros.

En la actual situación "no es el momento de relajar las medidas, sino de duplicar o triplicar los esfuerzos, con el apoyo total de la sociedad", señaló Kluge.

"Los datos muestran claramente que aún queda mucho en esta guerra, y que el progreso logrado es extremadamente frágil", por lo que "pensar que estamos cerca del final sería peligroso", advirtió el responsable europeo de OMS.