La médico cirujana Emilia Poblete del Centro Médico de la Clínica Maitenes, ubicada en Talagante, recetó dióxido de cloro a modo de tratamiento y medicamento a una paciente que había padecido COVID-19 dos veces.
Mónica, la paciente, había acudido a este recinto porque presentaba dolor en los riñones. Tras hacerse exámenes se determinó que había contraído coronavirus, por lo que se le recetó un medicamento el cual, tras leer sus componentes se dio cuenta de que se trataba del popularmente llamado clorito de sodio, por lo que hizo la denuncia del caso a las autoridades.
Este es un producto que en Chile está prohibido recetar o venderlo para tratar el coronavirus. Debido a los daños nocivos que puede generar este químico en el cuerpo humano. Sin embargo, en países como Bolivia está aprobado como tratamiento para esta enfermedad.
El Instituto de Salud Pública (ISP) junto a la SEREMI de Salud están realizando la investigación pertinente para llegar a clarificar los hechos, saber si hay otros pacientes recetados con el mismo tratamiento y así poder tomar las medidas necesarias para que esto no vuelva a ocurrir.
Heriberto García, Director (S) ISP comentó que “Vinimos a fiscalizar dado que recibimos una denuncia de uso de clorito de sodio en pacientes para un estudio clínico (…) El dióxido de cloro es un producto químico altamente tóxico que produce náuseas e incluso ciertas irritaciones que pueden producir arritmias y pueden producir la muerte, por lo tanto está prohibido su uso en Chile y no es ningún medicamento, por tanto no debe ser usado ni siquiera con estudio clínico.”
La clínica por su parte entregó un comunicado en el que aseguran que harán una investigación sumaria en contra de la médico responsable y que rechazan absolutamente cualquier utilización de este producto como receta.