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Primera doctora china que alertó sobre el COVID-19 está desaparecida

La directora de Emergencias del Hospital Central de Wuhan conoció un informe el 30 de diciembre que ya hablaba sobre "coronavirus Sars". Tras difundir el diagnóstico, acusó que el gobierno de Xi Jinping la comenzó a presionar, por lo que no pocos los que temen que haya sido detenida.

24Horas.cl Tvn

Miércoles 31 de diciembre de 1969

Medios internacionales reportaron durante las últimas horas la desaparición de la doctora china Ai Fen, quien se desempeñaba en el Hospital Central de Wuhan y quien fuera una de las primeras voces que alertaron sobre la propagación del coronavirus en diciembre del año pasado.

Además, la directora de Emergencias del recinto había denunciado presiones de parte del gobierno de Xi Jinping, para que no alarmara sobre la enfermedad. Debido a este conflicto, no pocos son los que sospechan que pudo haber sido detenida en represalia.

 

En ese ámbito, la facultativa reveló en una entrevista con la revista Renwu concedida a comienzos de marzo que se enfrentó a "presiones extremadamente duras y sin precedentes" por parte de funcionarios del hospital donde trabajaba. Esto luego de un conflicto que mantuvo tras compartir una foto de un informe de un paciente etiquetado como "coronavirus del SARS" con otros médicos.

El 30 de diciembre, la doctora Ai Fen ya tenía en su poder el diagnóstico encargado a un laboratorio que contenía en su informe las pabaras "coronavirus Sars". Esto luego de revisar a varios pacientes con síntomas similares a la gripe y resistentes a los tratamientos.

 

La doctora remarcó en un círculo la frase con el nombre de la enfermedad, la fotografió y luego se la envió a un excompañero de la facultad de medicina. El tema es que la imagen se filtró y se viralizó en pocas horas, dando cuenta internacional del fatídico brote.

 

La policía recomendaba al respecto "dejar de esparcir el pánico" y que los médicos se dedicaran "a hacer su trabajo". Además, dos días después Fen citada y reprendida por el jefe del comité de inspección disciplinaria del hospital por "difundir rumores" y "dañar la estabilidad".

Lejos de amedrentarse, la doctora declaró después que "si hubiera sabido lo que iba a pasar, no me habría importado la reprimenda. Hubiera hablado de esto con quien fuera, donde pudiera".

Añadió que a partir de este episodio "más y más pacientes entrar a medida que el radio de propagación de la infección aumentó (...) Sabía que debía haber transmisión entre humanos", pese a que las autoridades negaban todo.

La relevancia de esta doctora y otros médicos que intentaron alertar tempranamente sobre la posterior pandemia radica en que, ante la expansión del brote, el gobierno finalmente reconoció lo que ocurría 20 días después, recién el 21 de enero. Como ya se sabe, resultó ser demasiado tarde.