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¿Qué es la "hipoxia feliz" y por qué puede dificultar el tratamiento o detección de las personas con COVID-19?

También conocida como hipoxia silenciosa o apática, esta condición puede retardar la consulta y a la larga provocar más problemas al paciente.

Francesca Cassinelli

Miércoles 31 de diciembre de 1969

Seguramente ya conoces los síntomas clave del COVID-19: tos, fiebre, problemas para respirar, dolor de cabeza, fatiga. Esas sensaciones pueden ayudarte a identificar si debes acudir al médico o hacerte un examen para confirmar si portas o no el virus.

Sin embargo, hay una condición asociada al nuevo coronavirus que puede retrasar esa llegada a un centro de salud o a un laboratorio para hacerte el examen.

Se trata de la "hipoxia feliz", también conocida como hipoxia silenciosa o hipoxia apática. Esa es la manera coloquial de llamarle a la situación en que un paciente tiene una baja de oxígeno en su sangre, pero no lo nota claramente.

El doctor Carlos Pérez, infectólogo y decano de la Facultad de Medicina y Ciencia de la Universidad San Sebastián, lo explica: "Consiste en que personas que producto de la enfermedad por COVID-19 tienen una reducción en la concentración de oxígeno en su sangre arterial y no experimentan la sensación de falta de aire o de disnea que es lo habitual en estos casos y, por lo tanto, ello puede retrasar la consulta médica".

La "hipoxia feliz" (a la que se da ese nombre porque los pacientes no sienten la incomodidad propia de la situación) ya ha sido incluida entre los síntomas acompañantes del COVID-19 a nivel internacional.

En un artículo publicado en la web de la reconocida revista científica BMJ se da cuenta, por ejemplo, del caso de un hombre de 56 años que se presentó al médico "con fiebre y tos, sin molestia respiratoria, pero con baja saturación de oxígeno". "El paciente se deterioró durante los dos días posteriores, pero eventualmente se recuperó de la enfermedad", describen los autores del texto.

Sobre el mecanismo que anula la sensación de falta de aliento o dificultad para respirar en los pacientes COVID-19 no hay mayor información oficial. En la web ScienceDaily, por ejemplo, postulan que "en los pacientes con coronavirus se piensa que la infección daña primero los pulmones, haciendo parte de ellos incapaces de funcionar apropiadamente. Estos tejidos pierden oxígeno y dejan de funcionar, dejando de entregar oxígeno al flujo sanguíneo y causando hipoxia silenciosa".

¿Cuándo consultar a un doctor?

El doctor Carlos Pérez plantea que es "importante que cualquier persona que haya estado expuesto a alguna otra persona con infección y que tenga algún síntoma (dolor de cabeza, pérdida del olfato, tos) consulte tempranamente".  dolor de cabeza, pérdida del olfato, tos.

Además, aquellos que no tienen antecedes de un contacto que "tenga alguno de estos síntomas y especialmente que se sientan muy fatigados o decaídos consulte tempranamente para así evitar tras complicaciones en el caso de que su oxigenación esté reducida".

Foto: Agencia Aton.