El Coronavirus ha llevado a que varios habitantes del mundo tengan que permanecer aislados en sus casas, ya sea para evitar contagiar a otros o para practicar el aislamiento social y con esto disminuir los riesgos de contraer la enfermedad.
La Organización Mundial de la Salud llamó a los países afectados por el COVID-19 a "aislar, examinar, tratar y rastrear" para suprimir y controlar la pandemia, seún sostuvo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Ante la situación las personas se han volcado en los supermercados para encerrarse en casa pero con las provisiones necesarias durante la llamada cuarentena. El problema es que en muchas partes están escaseando los productos, esto sumado al miedo a exponerse al virus ha causado que el comercio electrónico cobre protagonismo en varias naciones.
En este contexto la agencia Euromonitor International rastreó precios clave de categorías de bienes de consumo en países específicos para analizar cómo la oferta y la demanda están afectando los cambios de precios en el entorno del
e-commerce, es decir la compra por internet.
Las sorpresas más potentes se encontraron en el papel higiénico y el agua embotellada.
El estudio afirma que cuando los países se acercan al mayor punto de incidencia de Coronavirus se muestra un aumento significativo de los precios promedio.
"El aumento de los precios se debe a una ecuación económica básica, pero también, en algunos países, existe el hecho de que las fábricas han visto afectada su producción y esto podría causar una disminución en la disponibilidad de ciertos bienes de consumo", explica Alexis Frick, gerente de investigación de Euromonitor International.
Datos
Entre las categorías de productos analizadas por Euromonitor Internacional, el papel higiénico y el agua embotellada presentaron el indicador de precio más alto durante el período investigado (del 10 de febrero al 11 de marzo) semanalmente, medido en USD.
Los países considerados dentro del monitoreo de precios fueron Brasil, China, Francia, Alemania, Italia, Corea del Sur, Estados Unidos y Reino Unido, como un medio para comprender cómo se comporta el entorno minorista en dos escenarios diferentes: en lugares donde la crisis está en un período de máximo crecimiento y donde el número de casos nuevos está disminuyendo y estabilizándose.