Para mantener la salud de las mujeres, es de vital importancia para prevenir enfermedades o tratarlas oportunamente, realizarse chequeos médicos de rutina. Con ellos se pueden detectar tempranamente patologías al aparato reproductor femenino y las mamas.
Estos exámenes rutinarios dependen de la edad de la mujer, su condición de salud y los antecedentes médicos que tenga.
En general deben realizarse una vez al año desde el inicio sexual. "Esto no es solo coito, sino contacto con genitales", explica la ginecóloga Dra. Andrea von Hoveling.
Los principales son: exámenes físicos ginecológicos, papanicolau o PAP y mamografía.
Sin embargo, en el contexto actual, con más de 40 mil casos activos de COVID-19, es decir que pueden contagiar a otros, y récord de nuevos contagios sobre los siete mil, las autoridades han decretado cuarentenas obligatorias en gran parte del territorio nacional. Entonces, cabe la pregunta ¿qué hacemos con los chequeos de rutina?
El llamado es, salvo en excepciones, a postergarlos hasta que la situación sanitaria esté menos crítica.
En el caso de la mujer que por algún motivo tiene la indicación de hacerse un examen porque está enferma o sospecha de una enfermedad, la recomendación es hacérselos según la indicación de su tratante. Para esto está disponible un permiso individual en Comisaría Virtual.
Por otra parte, una mujer sana que tiene sus exámenes al día y que no tiene síntomas, postergarlos un par de meses, "no tiene ningún problema", asegura la dra. Andrea von Hoveling, miembro de la Asociación de ginecólogas de Chile y especialista del Hospital de Maipú y la Clínica Santa María.
"Ese es uno de los argumentos para ser bien matea. Porque si alguna vez los tienes que posponer porque tuviste guagua o estás enferma o hay una pandemia, postergarlo tres hasta seis meses en un contexto de que tienes los exámenes al día y normales, es muy distinto a postergarlo cuando ya estaban atrasados", dice la especialista.
Además, la dra. von Hoveling destacó la importancia de los controles ginecológicos con médicos/as y matronas/es, no solo para prevenir enfermedades.
"El control ginecológico es parte fundamental del auto cuidado y del auto conocimiento de la mujer porque, además de la detección precoz y prevención de patologías, es la instancia en que se aprovecha a hablar de planificación familiar, de sexualidad y anatomía. Y, en adolescentes sobre todo, es una instancia de educación sexual y de conductas de riesgo", aseguró.
La menopausia
La menopausia es un proceso biológico natural y, según explica la Organización Mundial de la Salud (OMS), es el "cese permanente de la menstruación" que se considera después de 12 meses consecutivos sin ella y por causas no patológicas.
Generalmente se presenta en las mujeres entre los 45 y los 64 años de edad, aunque en ocasiones puede aparecer poco después de los 40, lo que se considera una menopausia precoz.
De acuerdo a las proyecciones de población del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), actualmente habrían 2.372.724 mujeres entre 45 y 64 años en Chile; es decir, en edad de menopausia. Los chequeos de rutina son de gran importancia para mantener la salud, ya que permiten prevenir problemas que pueden afectar al aparato reproductivo y las mamas, así como detectar tempranamente patologías y tratar a tiempo cualquier molestia que se pueda estar presentando.
La menopausia se produce por el deterioro de las hormonas reproductivas, pero también puede ser causada de forma adelantada por una histerectomía, quimioterapia y radioterapia y la insuficiencia ovárica prematura.
Según la Mayo Clinic, después de ocurrida la menopausia aumenta el riesgo de ciertas enfermedades:
- Enfermedades cardiovasculares
- Osteoporosis
- Incontinencia Urinaria
- Dificultades en la función sexual
- Aumento de peso, por metabolismo más lento.
El documento del Ministerio de Salud "Orientaciones técnicas para la atención integral de la mujer en edad de climaterio en el nivel primario de la red de salud" (2014) afirma que la osteopenia lumbar, por ejemplo, afecta al 21,7% de las mujeres mayores de 40 años "y que la incidencia de fractura de cadera se eleva desde 60/100.000 habitantes/año en las menores de 60 años a 617/100.000 en las mayores".
Los dolores musculares y articulares también son parte del cuadro, puesto que están relacionados con la artrosis desde la perimenopausia, a su vez relacionado con la falta de estrógenos.
El colesterol también varía lo que puede llevar a un riesgo mayor de enfermedades cardiovasculares, accidentes vasculares cerebrales e infarto al miocardio.
El síndrome metabólico que se genera produce cambios en el peso, sensibilidad a la insulina, presión arterial y niveles de lípidos más altos.
Menopausia y salud mental
Los síntomas como depresión, ansiedad, tensión, irritabilidad, cambios de humor, disminución de la energía y de la voluntad; son típicos de una etapa climatérica. Incluso, más del 65% de la población después de la menopausia presenta estas molestias en algún grado.
Las alteraciones del sueño son frecuentes, lo que también incide en el estado anímico de las mujeres.
"Las manifestaciones clínicas de la depresión en el climaterio se derivan de varios componentes: la disminución estrogénica por deficiencia de folículos ováricos que se traduce en alteraciones del ritmo menstrual, cambios en neurotransmisores y factores psicológicos, sociales y culturales que influyen en la depresión durante el climaterio", indica el informe.
Tratamientos
Los tratamiento durante el climaterio se enfocan en el alivio de los síntomas y en prevenir los trastornos y enfermedades que se producen en el envejecimiento del cuerpo de la mujer. Existen terapias con estrógenos, medicamentos para los sofocos y antidepresivos en bajas dosis, entre otros y según el caso.
Según el Departamento de Estadísticas e Información de Salud del Ministerio de Salud en 2018 se contabilizó a 162.089 mujeres que estaban en control médico por climaterio en el servicio de salud público.