Durante los últimos años la visibilidad de la desigualdad de género ha avanzado en todo el mundo. Los Estados han hecho eco de ello y ya se pueden observar distintas políticas públicas que intentan dar una solución.
El Informe global 2019: Instituciones sociales y el índice de género (SIGI) lanzado por la OCDE en el Día Internacional de la Mujer revela que hay avances respecto del escenario analizado en 2014: 132 países adoptaron leyes para criminalizar la violencia doméstica (de 180), además la sociedad condena más la violencia de éste tipo que hace seis años atrás.
Además ocho países han introducido medidas legales para promover el equilibrio de género en cargos públicos electos; y todas las naciones - excepto Papua Nueva Guinea y Estados Unidos- garantizan la licencia de maternidad pagada.
Aunque hay un evidente avance, desde la misma OCDE aseguran que "los gobiernos de todo el mundo están prestando más atención a la igualdad de género, pero el progreso es demasiado lento y desigual, y aún queda mucho por hacer para aumentar los derechos de las mujeres, las oportunidades y la participación en la vida pública y los empleos de alto nivel"
Los salarios de las mujeres sigue siendo -en promedio OCDE- un 13.6% menos que los de los hombres; 33% de las mujeres en todo el mundo se consideran víctimas de abuso doméstico; los empleos de bajo nivel en la administración pública son el 75% para las mujeres y además ellas tienen sólo un tercio de los cargos directivos.
Está claro que hay que continuar trabajando por la igualdad y el respeto de los Derechos Humanos de todos los géneros, un detalle que puede incentivar a los más escépticos de las corrientes feministas es que debido a la discriminación laboral hacia las mujeres, se pierde 7,5% del PIB mundial; es decir, unos 6 billones de dólares o USD 1.552 per cápita. La exclusión de talentos femeninos disminuye la capacidad de los países para acumular capital físico y humano e innovar.
*El Índice global de Instituciones Sociales y Género (SIGI) mide las brechas que las leyes, normas sociales y prácticas discriminatorias crean entre mujeres y hombres.
El índice SIGI en Chile
El Índice global de de Instituciones Sociales y Género mide la desigualdad por género desde varias clasificaciones y en una muestra de 120 países que se dividen en cinco grupos:
Nuestro país está en el nivel promedio de discriminación y comparte la categoría con Paraguay, Haití e India, entre otros. Además se revela que tiene una discriminación media hacia la mujer en el interior de las familias, baja en integridad física y restricciones civiles; y alta respecto del acceso a recursos financieros y productivos.
