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Estos son los casos de violación a los Derechos Humanos que destaca el informe de HRW

Además de las cifras y recomendaciones para Carabinero, el documento muestra fotografías y relatos de algunas víctimas que representan las prácticas de vulneración de DD.HH. que se han cometido desde el inicio de la crisis social.

24Horas.cl Tvn

Miércoles 31 de diciembre de 1969

"Hay centenares de preocupantes denuncias sobre uso excesivo de la fuerza en las calles y abusos contra detenidos tales como golpizas brutales y abusos sexuales, que no pueden quedar impunes y deben ser pronta y rigurosamente investigadas y sancionadas"

Es una de las primeras frases del informe que este martes entregó Human Rights Watch al Presidente de la República, Sebastián Piñera, sobre las violaciones a los Derechos Humanos en el contexto del estallido social que comenzó el 18 de octubre pasado en el país.

El director para las Américas de HRW indicó que "factores como el uso indiscriminado e indebido de armas y escopetas antidisturbios; los abusos contra personas detenidas mientras estaban a disposición de las autoridades y sistemas de control internos deficientes facilitaron que se produjeran graves violaciones de los derechos de muchos chilenos. Es justamente por ello que las autoridades deben impulsar una reforma policial urgente".

A continuación revisa algunos de los casos que destaca el informe.

Uso indiscriminado e indebido de armas de fuego

 

-Marlene Morales Canales, de 33 años, se aproximó a una multitud cerca de su vivienda en Santiago el 19 de octubre, acompañada de su hija de 14 años, contó a Human RightsWatch. Vio carabineros a unos 20 metros de distancia, escuchó disparos y sintió el impacto de un perdigón en el ojo derecho. “Perdí la visión inmediatamente. Había mucha sangre”, afirmó. Tras los disparos, los carabineros también empezaron a disparar cartuchos de gases lacrimógenos. Los médicos le dijeron que no hay posibilidades de que recupere la vista en el ojo derecho.

Heridos por múltiples perdigones

-Ronald Barrales, de 36 años, contó que participaba en una manifestación en el centro de Santiago el 11 de noviembre cuando un grupo de personas empezó a arrojarle piedras aun camión de Carabineros. Barrales intentaba pasar caminando por allí cuando un carabinero abrió la puerta del acompañante del vehículo, le apuntó con un arma desde una distancia de ocho metros y disparó. Los perdigones le dieron en el abdomen, el pecho y el ojo izquierdo. Los médicos le dijeron que no hay posibilidades de que recupere la vista en ese ojo.

-El 29 de octubre, carabineros hirieron a Jorge Ortiz, director de la Unidad de Finanzas del INDH, mientras monitoreaba las protestas en la Alameda. Ortiz llevaba un chaleco y un casco amarillos, ampliamente reconocidos en Chile como el uniforme del equipo del INDH. Recibió seis heridas de perdigones en la espalda, los glúteos y la parte trasera de la pierna izquierda, mientras se alejaba corriendo de los carabineros, que disparaban hacia una zona donde había manifestantes, cerca de donde se encontraba el equipo del INDH, señaló Ortiz.

-Carabineros ingresaron al Liceo 7, en Santiago, el 5 de noviembre, luego de que los alumnos votaran participar en las manifestaciones. Dos niñas resultaron heridas, una de  ellas por más de 10 perdigones, indicó la Defensoría de la Niñez. La fiscalía ha acusado aun mayor de Carabineros por el delito de trato inhumano en relación con este caso.

-El 19 de octubre, un niño de 16 años se encontraba con amigos en su edificio, cuando carabineros entraron y le dispararon mientras corría hacia su departamento, según indicaron la Defensoría de la Niñez y el INDH. Recibió al menos 10 impactos de perdigones en la espalda y las costillas.

Maltratos, abusos sexual y torturas durante la detención

-Claudio Muñoz, de 18 años, dijo que dos personas vestidas de civil lo detuvieron y lo golpearon mientras se alejaba corriendo tras arrojar una piedra contra un camión de carabineros en Santiago el 20 de octubre. Lo entregaron a carabineros, que también lo golpearon y lo trasladaron a una comisaría cercana. Allí dentro, más de 10 agentes le dieron puntapiés y puñetazos y lo golpearon con un bastón policial. Más tarde los carabineros lo llevaron a otra comisaría más grande, y allí volvieron a golpearlo en dosocasiones. Los agentes hicieron que él y otros tres detenidos, incluido un niño de 14 años,se desnudaran e hicieran sentadillas, dijo Muñoz.

Fue llevado a una celda de 3x3 metros con otros 14 hombres. La madre de Muñoz, que pudo verlo fugazmente en la comisaría, dijo que notó que tenía cortes, la boca y la oreja ensangrentadas y contusiones en la cabeza. Aproximadamente a medianoche, un guardia roció a Muñoz y a los demás hombres en la celda con una manguera de agua fría a través de los barrales, contó. Cerca de las 2 a.m., los carabineros metieron a otros 15 hombres en la celda donde estaba. El hacinamiento era tal que tenían que permanecer de pie,apoyados unos sobre otros, afirmó Muñoz. Los carabineros lo liberaron 18 horas después de su detención, sin llevarlo en ningún momento ante un juez.

-Josué Maureira, de 21 años, ingresó en un supermercado que había sido saqueado en Santiago el 21 de octubre después del toque de queda, pues creyó haber escuchado a una mujer que pedía ayuda, contó. Los carabineros lo encontraron y lo golpearon en el lugar,luego en sus vehículos y más tarde en la comisaría, indicó. “Me hacían gritar muy fuerte, ‘soy maricón’”, contó Maureira, que llevaba las uñas pintadas y pantalonesajustados.

Un grupo de cinco carabineros lo violaron con un bastón policial y luego lo llevaron a una celda, contó Maureira. A la mañana siguiente, los carabineros lo obligaron a firmar una confesión que habían preparado de antemano, en la cual admitía haber participado en el saqueo, afirmó. Maureira dijo que nunca le informaron cuáles eran sus derechos y que pidió ver un abogado pero no le asignaron uno ni se le permitió contactar a un abogado por sus propios medios. En la audiencia, el defensor público denunció que Maureira había sufrido malos tratos y el fiscal fijó una fecha posterior para entrevistarlo sobre esta denuncia. El juez dispuso que permaneciera en prisión preventiva. Maureira contó al médico en la cárcel que había sido torturado, pero este únicamente le proporcionó analgésicos, aseveró. Maureira fue liberado el 25 de octubre luego de que el INDH apelara la orden de detención. Se sometió a una revisión médica ese día que, según señaló su abogado, documentó que presentaba lesiones anales y de otro tipo

-El 18 de octubre, Jaime Guevara (seudónimo), de 17 años, fue detenido por carabineros cerca de la estación de metro Las Mercedes en Santiago. Contó a Human Rights Watch que fue detenido por un carabinero mientras se alejaba corriendo después de que los carabineros intentaran dispersar una manifestación pacífica. Un carabinero que no llevaba una placa con nombre le esposó una mano a su motocicleta, lo que le provocó una quemadura. A continuación, el carabinero puso en marcha la motocicleta, lo cual obligó a Guevara a correr detrás. Guevara dijo que fue retenido con otro niño de 17 años y que,durante la detención, que duró toda la noche, los agentes los obligaron a desnudarse y hacer sentadillas, y les propinaron golpes y puntapiés brutales. Los agentes también golpearon la cabeza del otro niño contra la pared, según Guevara.

-El 21 de octubre, infantes de Marina detuvieron a Juana Molina (seudónimo), de 39 años,cerca de un supermercado en Valparaíso que había sido recientemente saqueado, junto con otras 11 personas que estaban en la zona, según testimonios recabados por la clínica jurídica de la Facultad de Derecho de la Universidad de Valparaíso. Los agentes jalaron el cabello de Molina, la arrojaron al suelo y le propinaron golpes en la espalda con susarmas. Le ordenaron que “caminara como un perro”, mientras le apuntaban con sus armas, hasta llegar a una parte de la calle donde corría agua, y allí le dijeron que se arrastrara “como[un] gusano”.

Más tarde la llevaron al supermercado que había sido saqueado, donde los agentes la pusieron contra el piso, que estaba cubierto de vidrios rotos, y le pisaron la cabeza y los pies. Los agentes no llevaban placas identificatorias y tenían sus rostros cubiertos, dijo a los abogados de la clínica jurídica. Más tarde fue llevada a una comisaría de Carabineros,donde no se le permitió hablar con su familia ni con un abogado, y luego los funcionarios allí la obligaron a firmar un documento que, según dijo, no pudo leer con atención pero decía que “no tenía lesiones”.Mientras estuvo detenida esa noche junto con otras mujeres, los agentes las despertaron en dos oportunidades y no les permitieron ir al baño. El 22 de octubre, fue acusada de robo y liberada mientras estuviera pendiente de investigación, con la condición de que no concurrir al supermercado.

Otras lesiones causadas por carabineros

El documento de HRW indica que "los carabineros también necesitan entrenamiento especial y una certificación anual para usar el arma antidisturbios de 37mm que lanza cartuchos de gas lacrimógeno. Se les indica que deben disparar hacia el cielo, para que la trayectoria del proyectil tenga un arco descendiente y caiga en el suelo detrás de la multitud, expresó un capitán de GOPE. No obstante, hubo señalamientos creíbles de que carabineros han disparado cartuchos de gases lacrimógenos directamente hacia los manifestantes, lo cual puede ser letal"

-Juan Gabriel García Barco, de 25 años, pasaba por una zona donde había una manifestación en el centro de Santiago el 11 de noviembre, mientras se dirigía a su vivienda. Bordeó un puente donde manifestantes arrojaban piedras contra vehículos de carabineros que bloqueaban el paso, cuando un proyectil lo golpeó en el rostro. Sintió dolor y notó que le corría sangre por la cara. Cree que fue un cartucho de gas lacrimógeno, pues vio a un carabinero introducir lo que parecía ser un cartucho en un lanzador de gas lacrimógeno desde uno de los vehículos, y escuchó un estruendo justo antes del impacto. También pudo oler el gas lacrimógeno, contó. Un testigo dijo haber visto carabineros que apuntaban a García Barco desde una distancia de apenas 5 metros. García Barco no tenía visión en el ojo izquierdo cuando Human Rights Watch lo entrevistó tres días después del hecho.

-El 21 de noviembre, Claudio Inda, de 26 años, estaba parado frente a un autobús cerca del Congreso, en Valparaíso, durante una manifestación, según informó su pareja a Human Rights Watch. Cuando el autobús se corrió, vio que había carabineros al otro lado de la calle. Los carabineros dispararon un cartucho de gas lacrimógeno directamente hacia donde estaba él. Human Rights Watch pudo ver una grabación de video realizada por un transeúnte que según Inda se filmó en ese momento. Los médicos que atendieron en el Hospital Van Buren dijeron a Human Rights Watch que el impacto le fracturó la mandíbula.

Disparo de "bean bag"

Los “bean bag” son una pequeña bolsa de tela que contiene perdigones de plomo. Están diseñados para ser disparados a las extremidades con el fin de reducir la posibilidad de lesiones.

-El 28 de octubre, médicos en el Hospital de Urgencia Asistencia Pública (ex PostaCentral) operaron a un paciente que llegó con una de estas municiones dentro del cráneo. Un médico que lo atendió indicó que la munición había fracturado el cráneo del paciente y que tal herida generaba un“riesgo de vida”. Las posibles consecuencias de este traumatismo deben seguir siendo evaluadas a lo largo de un año, aclaró.

Atropellos con vehículos

El informe indica que también hubo varios casos de policías que embistieron a manifestantes con vehículos o motocicletas.

-El 14 de noviembre, Agustín Gómez Pérez, de 19 años, se dirigía con su hermano a Viña del Mar para tomar fotografías de una manifestación, cuando carabineros intentaron detenerlo cerca de una estación de metro en Valparaíso. Gómez Pérez intentó escapar, pero varios agentes lo interceptaron con sus motocicletas. Fue atropellado por una motocicleta de Carabineros, como se advierte en un video al que tuvo acceso Human Rights Watch. La víctima fue ingresada en el Hospital Gustavo Fricke, donde se le diagnosticó trauma abdominal, según el INDH.

Detenciones en toque de queda

El Defensor Nacional indicó a Human Rights Watch que los carabineros no están habilitados para detener a personas que incumplan el toque de queda y solamente pueden imponer unamulta. Por ende, señaló, esto sugiere que aquellos que fueron retenidos por carabineros portransgredir el toque de queda habrían sido víctimas de arrestos arbitrarios.

-Xiomara Aguilar, de 18 años, se dirigía a su vivienda en Santiago con una amiga cuando fueron detenidas cinco minutos después del horario de inicio del toque de queda, a las 7 p.m., afirmó. Los carabineros les torcieron bruscamente los brazos, les jalaron el cabello y las llevaron al laboratorio de la policía de investigaciones, contó. Permanecieron cinco horas sentadas allí en un pasillo, con las manos esposadas. A medianoche, las trasladaron a una comisaría, donde las obligaron a desvestirse y hacer sentadillas completamente desnudas. Las retuvieron en una celda sin darles agua ni comida hasta las 6 a.m., cuando terminó el toque de queda.

*Algunas fotografías fueron intervenidas con blanco y negro por la crudeza de las imágenes. En el informe puedes ver las fotos originales.