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¿Intolerancia o alergia a la leche de vaca? La enfermedad que afecta a los niños y adultos

Los síntomas van desde molestias gastrointestinales, hasta un shock anafiláctico con riesgo vital. En el caso de la alergia alimentaria los más afectados son los menores de dos años.

Paz Fernandez

Miércoles 31 de diciembre de 1969

Desde pequeños escuchamos a nuestras madres decir que nos tomemos la leche, que debemos alimentarnos bien, que esto nos hará más sanos, que nos fortalece los huesos...

Pero hay niños que escucharán todo lo contrario. Ellos son alérgicos a la proteína de la leche y al ingerirla se exponen a problemas de salud que van desde cólicos hasta un shock anafiláctico con riesgo vital en los casos más extremos.

De acuerdo a un estudio del Minsal de 2017  (con un grupo de estudio definido) se cree que hay una prevalencia de esta patología de 4.9% entre los menores de un año.

 

Además desde la misma cartera se indica que "en los últimos años se ha observado en la práctica clínica un aumento en la frecuencia de pacientes con alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV) concordante con lo observado a nivel mundial". La pediatra especialista en alergias María Victoria Landaeta del Centro Alérgico sostiene que si bien no hay estudios que lo confirmen sí hay una percepción de aumento de afectados entre los médicos.

Frente a este escenario en enero la cartera de Salud anunció la ampliación del Programa Nacional de Alimentación Complementaria-Alergia a la Proteína de la Leche de Vaca a pacientes que no pertenecen a Fonasa, estimando que se llegará a unos 12.000 pequeños.

Pero la APVL no es la única alergia alimentaria que afecta a la población. El fenómeno es mucho más amplio y concentra casos de reacciones adversas al huevo, maní, soya, mariscos, pescados, frutos secos y trigo; entre otros.

 

El mayor interés en el tema a través del tiempo lo demuestran las búsquedas en Google desde Chile en los últimos 10 años:

Las regiones donde más se buscaron los conceptos fueron la de Los Ríos, Magallanes y de la Antártica Chilena, Valparaíso, Atacama y Maule. Mientras que las frases relacionadas más frecuentes son "síntomas intolerancia lactosa", "intolerante a la lactosa" e "intolerancia al gluten".

¿Por qué se produce una alergia alimentaria?

Hay varias teorías sobre las causas de esta patología. La directora de la Fundación Creciendo con Alergias, Patricia Carmelo, se centra en "un patrón cultural, las alergias alimentarias responden a los patrones dietéticos de la población, los lactantes tienen alergia a la proteína de la vaca (en nuestro país) porque es lo primero que se les da en grandes cantidades. Pero ante todo hay una carta genética porque en Chile nacen 100 niños y 5 son alérgicos".

La pediatra especialista María Victoria Landaeta define las alergias alimentarias como "una respuesta de hipersensibilidad a un alimento, quiere decir que el sistema inmunológico reconoce a una sustancia -que en general es inocua- como algo que le produce daño y por tanto la ataca",

Landaeta recalca que las alergias alimentarias en general "se pueden desarrollar en cualquier momento de la vida", aunque es más frecuente en niños menores de cinco años.

 

En un estudio publicado en 2018 por la Revista Chilena de Pediatría y realizado por un grupo de médicos investigadores se hizo una caracterización de los pacientes nacionales con alergia alimentaria inmediata o mediada por IgE. Los resultados dejan ver la población afectada por  edad y sustancia alimenticia.

 

Ver estudio completo aquí

A la hora de los tratamientos la principal medida es la suspensión estricta de la proteína específica en la dieta diaria. En el caso de los lactantes la rutina también es para las madres, además de proporcionar al niño la leche especial (que puede llegar a un costo de $300.000 mil pesos mensuales) si se trata de APLV.

En tanto, los pacientes más críticos con alergia mediada por IgE deben tener con ellos un autoinyector de Epinefrina en caso de reacciones anafilácticas. Todo lo anterior debe ser indicado por un médico para evaluar la situación particular.

¿Cuál es la diferencia entre intolerancia y alergia alimentaria?

La diferencia principal entre ambos cuadros clínicos es que la alergia alimentaria es sobre una proteína; y la intolerancia alimentaria sobre una enzima.

La doctora Landaeta comenta que- como se menciona antes- la alergia alimentaria es una respuesta de hipersensibilidad a una sustancia inocua, una proteína específica del alimento.

 

"La tolerancia en cambio tiene que ver con un mecanismo enzimático. Por ejemplo la intolerancia a la lactosa donde existe un déficit intestinal de la enzima que degrada el azúcar de la leche, que es la lactasa. Y que en general ocurre en población infantil mayor a los cinco años o en población adulta".

La doctora confirma que los síntomas pueden ser similares (distensión abdominal y diarrea), pero aquellos afectados por la intolerancia no tienen otras molestias como inflamación de labios, urticarias o shock anafiláctico.

No es tu culpa mamá

Una de las funciones que se ha impuesto la Fundación Creciendo con Alergias es contener a los pacientes y sus cercanos. Patricia Carmelo, relata que entre 2009 y 2015 tuvieron una encuesta nacional en línea para familias afectadas, que reveló la soledad e incomprensión que sienten las madres al momento de enfrentar la alergia alimentaria de sus hijos.

Una de las dudas más frecuentes es si ingirieron algo antes o durante el embarazo que pudo haber causado la alergia del pequeño. Patricia es categórica en negar esta teoría, puesto que "es casi imposible saber si el niño nacerá alérgico".

En el caso de la alergia a la proteína de la leche de vaca, la directora de la organización recuerda que varias madres que han compartido con ella sus situaciones tienden a alargar el tratamiento de leche especial por miedo a una recaída del bebé. Sin embargo "la leche especial debe tomarse sólo hasta los dos años" puesto que "las leches especiales tienen la misma proteína que la leche de vaca pero está hidrolizada, es decir que está partida. Nutre y te entrega los aminoácidos necesarios pero no es digerida, el intestino no trabaja". arriesgando al menor a no desarrollarse adecuadamente.

"La mamás tienen mucha presión", concluye Carmelo.