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Las camionas. Torta Golosa

La discriminación por tener una expresión de género masculina impregna todos los aspectos de sus vidas.

Paz FernandezFrancesca Cassinelli

Martes 24 de septiembre de 2019

Es cerca del mediodía y mientras se da el tiempo de compartir una taza de té, Érika Montecinos, directora de la Agrupación Lésbica Rompiendo el Silencio, explica con esas duras palabras los asesinatos y agresiones que han ocurrido en la última década contra mujeres lesbianas en Chile.

No es la única que lo piensa.

"La mujer que es femenina, sexy, lo que llaman la "mujer bonita" en la sociedad heteropatriarcal; como es seductora para los hombres sufre menos discriminaciones porque no está todo el tiempo desafiando la heteronorma con su imagen", reafirma Su Opazo comediante y socióloga lesbofeminista, aludiendo a las llamadas "camionas".

Viviana Díaz, del dúo musical Torta Golosa agrega que la femineidad está construida para el deseo de los hombres, y cuando no se encaja con ese estereotipo "terminas siendo un cuerpo que no está disponible para los hombres y eso es muy visible, es muy molesto y genera mucha violencia".

En junio de este año la prensa internacional a través de BBC Mundo publicó un reportaje sobre los asesinatos realizados por lesbofobia en Chile, alertando de una "zona roja" en la Región de Valparaíso. Fue en  ese lugar donde se encontraron los cuerpos de María Pía Castro en 2008, Nicole Saavedra en 2016 y el de Susana Sanhueza en 2017.

Todas ellas lesbianas y camionas, asesinadas.

La discriminación se expande en todas las áreas de la vida y en todas las expresiones de género. La Agrupación Rompiendo el Silencio realizó el estudio "Ser Lesbiana en Chile 2018", en el cual se revela que lesbianas y bisexuales se sienten marginadas en varios espacios públicos, destacando la calle y el ambiente religioso.

 

Las más jóvenes también perciben discriminación en la forma en que la sociedad trata a las mujeres lesbianas. Catalina Echiburú, estudiante de Sociología y miembro de la Secretaría de Género de la Pontificia Universidad Católica (Segex UC) lo describe así: "(Es discriminación) la forma en que el entorno reacciona al ver una pareja lesbiana caminando o existiendo: se tensa el ambiente, aunque sea uno que dice que acepta, aunque sea un ambiente entre jóvenes".

En el área de la salud el panorama es similar: "En los centros asistenciales se hace más patente la discriminación, (cuando) en tu cara te dicen que no te pueden atender porque son ignorantes a tus prácticas", relata Érika Montecinos.

"Me ha pasado que (los ginecólogos) asumen inmediatamente que tienes pareja con un hombre: ¿cómo te cuidas? ¿tomas pastillas? Está bien preguntarlo, pero tampoco existe un cuestionamiento: ¿tienes relaciones no heterosexuales? ", relata Fina Lean, también miembro de Segex UC.

El Informe Anual de Derechos Humanos de la Diversidad Sexual y de Género en Chile (Movilh) indica que la violencia contra las mujeres lesbianas aumentó en un 34% sólo en el último año.

 

 

¿De dónde viene el concepto "camiona"?

Según el diccionario lésbico Moscas de Colores la palabra camiona  es "una de las formas comunes para señalar a las mujeres lesbianas o a las mujeres que por alguna característica física o personal son consideradas masculinas y que, por tanto, pudieran ser lesbianas".

La abogada argentina Luli Sánchez  -especialista en crímenes de odio (específicamente asesinatos) y parte de la agrupación Lesbianas y Feministas de ese país- sostiene que la definición del  término "camiona" o "lesbiana tractor" tiene que ver indudablemente con la apropiación identitaria de lo que se originó como un insulto.
 

 

Viviana sabe de la falta de palabras existentes: "Una es camiona antes de ser mujer, antes de ser lesbiana, te das cuenta de que no eres como el resto, pero no sabes qué eres tampoco (...) si una tiene 10 años y no conoce la palabra lesbiana, no has visto nunca una lesbiana no tienes dónde reconocerte. Sabes lo que no eres, pero no tienes idea de lo que eres. Y tratas de encajar y no te resulta y te das cuenta y terminas siendo la camioncita del grupo, pero ¿cuál es el lugar de la camioncita del grupo?".

La aparición de las camionas se sitúa alrededor de la década del 1.900 como símbolo de la visibilidad lésbica. Por esos tiempos existía tolerancia social a una amistad romántica entre mujeres, incluso casadas; siempre y cuando no fuese mostrada socialmente. Como respuesta a esto, en "Occidente hay una emergencia de un montón de lesbianas que empiezan a tomar la ropa masculina y sobre todo a vestirse de hombre desde la mitad para arriba y abajo con una falda". Aparece una "clase diferente, ni varones, ni mujeres; sino lesbianas visibles como un hecho social y político".

En Chile el término camiona tiene un vínculo con la clase social, "habla de la lesbiana más pobre, que también es más masculina, pero es por un tema de terminología cultural", afirma Opazo, quien agrega que también hay mujeres masculinas de clase alta, pero no se les dice camionas;  a ellas se les dice "tomboy" que es el término de lesbiana gringa.

"No es lo mismo ser una lesbiana de Vitacura que una lesbiana de Pudahuel, porque la primera es de una belleza hegemónica aunque tenga el pelo corto, ande con camiseta de hombre su imagen es más aceptada", distinto es "la lesbiana pobre que está vestida como hip hopera, que vive en una comuna periférica".

Por estos días no hay abundancia de referentes, pero pareciera que se abren algunos espacios.

La Torta Golosa -un dúo musical de lesbianas camionas- es una muestra de ello. A través de letras sobre bases de reggaeton hablan de feminismo, sexo lésbico, violencia y discriminación. Sus integrantes son Viviana Díaz y Tamara Cortés, quienes inicialmente querían tener un programa de YouTube sobre ser lesbianas camionas.

"Hicimos una canción pensando en el opening del programa y la subimos a Facebook por huevear... y la canción prendió, empezaron a compartirla caleta", cuenta Viviana, recordando que primero las llamaron otras activistas que hacían fiestas para recaudar fondos. "Después nos llamaron de fiestas más comerciales, terminamos viajando fuera de Chile, algo completamente inesperado", añade.
 

Las camionas. Torta Golosa

Las camionas. Torta Golosa


Las violencias cotidianas

 

Su Opazo relata los problemas con los que te topas si eres lesbiana camiona en Chile.

"Parar la olla siendo una lesbiana camiona no es fácil, no es fácil que me contraten en un trabajo.  Esas son las formas de violencia que tienen contra una porque si vas a una entrevista y llega una mujer hetero de pelo largo y falda y llego yo, aunque vaya de traje súper elegante mi imagen habla de algo que va a causar conflicto. (...) No vas a encontrar el trabajo que va a encontrar una mujer femenina", afirma.
 

Rara, de Su Opazo

Rara, de Su Opazo

Rara, de Su Opazo

 

El desprecio lo ha sentido desde niña cuando eran los '80 y Su Opazo pensaba que era la única lesbiana en el mundo. Esa especie de exclusión se confirmaba a diario.

"En el colegio no se veían lesbianas, yo nunca tuve amigos en el colegio, jamás. Nunca fue el colegio un lugar entretenido, jamás lo pasé bien. Primero me tenía que poner jumper que si me hubieran preguntado hubiese elegido pantalón, me sentía como un monstruo. No tenía amigos porque era "rara" y claramente me molestaban y yo como era de población no dejaba que me molestaran mucho, pero me iba para adentro entonces escuchaba música en mi personal y escribía en mi mundo, porque el mundo fuera de eso me parecía horrible".

Para Viviana la experiencia fue contradictoria: por un lado no se hablaba de la existencia lésbica, pero por el otro su entorno sí comentaba su orientación sexual.

 

"En mi experiencia universitaria, estudie Medicina en la Chile, no había ningún espacio de lesbianas. Nunca se mostraba a las lesbianas, desde que pasé por ginecología, nunca se habló (...) una vez un ginecólogo me dijo: no, si a este hospital no llegan lesbianas. Pero, por otro lado, todo el mundo hablaba de mí, de las relaciones que yo tenía", recuerda. 

Tanto Fina como Catalina mantienen la percepción de que lo lésbico está bajo una severa invisibilización.
 

Estas violencias más "sutiles" pavimentan el camino a agresiones más complejas y a veces mortales.

Muchas veces las agresiones son en lugares públicos como en los baños de mujeres (entro  y todas se dan vuelta a mirarme). Se producen ese tipo de violencias que son más sutiles que llegar a la muerte, pero son parte de un imaginario que permite que al final llegue alguien y te pegue y te haga algo más grave después", comenta Opazo.

 

"Estar caminando en la calle en la noche o en el día con otra mujer, no sé, tomadas de la mano es un doble riesgo a que te puedan abusar, violar, matar, cachai? realmente porque no está ninguna presencia masculina, entonces no existe esta cierta protección que te da el heteropatriarcado, se sienten con el derecho de hacer todo", plantea Fina.

La abogada argentina Luli hace hincapié en que "todas (las mujeres lesbianas) estamos expuestas. No es que meternos en el closet nos va a proteger de un crimen de odio, o no ser chonga o no ser camiona nos va a proteger de un crimen de odio", y agrega que relacionar la expresión de género masculina con los crímenes también  "es un estereotipo que encubre la idea de que ellas se lo buscaron".

En la orilla del movimiento feminista

La discriminación también se ve dentro del movimiento feminista. Luli Sánchez explica que en la década de los '70 "las feministas heterosexuales hablan de una amenaza lavanda y dicen que las lesbianas solo quieren sexo y que le hacen mal al movimiento", la gente confundiría ambos conceptos y rechazaría el feminismo.

La situación no ha cambiado en su fondo según las entrevistadas de este reportaje.

En eso coincide Viviana Díaz, quien plantea que el fin último del feminismo es la revolución y, por lo tanto, el objetivo del matrimonio igualitario o las condenas más altas para el femicidio forman parte de algo que es útil, pero no el fin último de ese movimiento.

Diferente visión tienen Fina y Catalina, quienes no distinguirían en la orientación sexual de quien ejerce el feminismo. "Para mí una mujer que se considera feminista y que actúa de forma feminista en su vida no me debiese importar su orientación sexual, creo que eso también es seguir los mismos patrones que estamos tratando de cambiar", dice Fina. 

Fotos: Adobe Stock.