En 2060 habrán 55 adultos sobre los 65 años por cada 100 personas en edad de trabajar en Chile. Por eso y ante el fenómeno de envejecimiento la demanda social sobre mejores pensiones es una prioridad de primera categoría.
El panorama es claro: la fuerza laboral tendrá que sustentar al doble de población jubilada de la que venía manteniendo hasta hace algunos años.
La misma relación era de 9 adultos mayores en 1980 y será de 19 para 2020 aproximadamente, según lo relevó la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico en el estudio sobre Pensiones en 2019.
El fenómeno se dará en todas las naciones del mundo, incluso la OCDE indica que en los próximos 40 años se duplicará la diferencia entre las personas en edad de trabajar y los mayores de 65 años.
Como muestra el gráfico Chile está lejos del promedio que tiene la OCDE, sin embargo las predicciones aseguran que nuestro país tendrá una diferencia más espaciada entre mayores de 65 años y trabajadores en el futuro; de hecho la proporción será de casi tres veces de mayores de 65 años por cada 100 personas en edad de trabajar.
Como contexto es importante resaltar que los adultos mayores tienen una tasa media de pobreza relativa de 13,5% en promedio entre los países OCDE, ligeramente más alta a la pobreza de la población en su conjunto que es de 11,8%.
En Chile también ambos grupos están muy cercanos, incluso más que la mayoría de los países de la organización: