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Tormentoso romance

Claudio Borghi tuvo tiempo para demostrar que él era el indicado para suceder a Marcelo Bielsa. Si bien no se comenzó mal, el proceso tuvo más bajos que altos.

Alejandro Caroca

Miércoles 14 de noviembre de 2012

Un año, ocho meses y 21 días. Ese fue el tiempo que tuvo Claudio Daniel Borghi estuvo al mando de la Selección Nacional. Hoy, tras el duro revés sufrido ante Serbia en Suiza —derrota por 3-1— el propio entrenador anunció que los directivos de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) le pidieron la renuncia, poniendo fin a un proceso que tuvo más bajos que altos.

Todo partió el día 24 de febrero de 2011 cuando Sergio Jadue, presidente del ente rector del fútbol chileno, anunciaba al “Bichi” como el sucesor de Marcelo Bielsa. Un fierro caliente que Borghi se atrevió a tomar.

Y el comienzo fue auspicioso: un mes después de su nombramiento, la “Roja” se fue de gira a Europa y consiguió un empate 1-1 ante Portugal y una victoria por 2-0 ante Colombia.

Con estas credenciales, la Selección Chilena llegó a disputar la Copa América como uno de los favoritos para quedarse con el trofeo continental, siempre por detrás de Brasil y Argentina. Y pese a que en su periplo el Grupo C (conformado por Uruguay, Perú y México) lo sorteó de buena manera tras la victoria 2-1 ante los mexicanos; empate 1-1 ante los “Charrúas” y victoria por la cuenta mínima ante los del “Rímac”, lo que vino después fue un duro golpe.

En los cuartos de final del certamen, Chile se medía ante un rival, a priori, absolutamente abordable como era Venezuela. Sin embargo un par de errores y severos problemas en la definición, terminaron por sentenciar la suerte de la “Roja” en la Copa América: derrota por 2-1 ante los “Llaneros”. Fin de la historia. Fin del sueño.

DE SER LOS MEJORES A SER…

El 7 de octubre arrancaron las Clasificatorias sudamericanas rumbo al próximo Mundial de fútbol de Brasil 2014 y el primer escollo era mayúsculo. Argentina recibía a Chile en el estadio Monumental de Núñez. Sin mayores inconvenientes, la albiceleste vapuleó a las “Roja” por 4-1.

Los dirigidos por Borghi respondieron rápidamente con la misma moneda. El 11 de octubre de 2011, un par de días después de la caída ante Argentina, la “Roja” hizo lo propio ante Perú. Sufrida, pero revitalizadora victoria por 4-2.

Un mes después, la Selección Nacional mostró su peor rostro. Con poca vergüenza deportiva, se perdió por 4-0 ante Uruguay en Montevideo. Tras ese nuevo revés, vino —increíblemente— lo mejor.

Las sólidas presentaciones ante Paraguay de local (victoria por 2-0) y los sendos triunfos de visita ante Bolivia y Venezuela por 2-0, dejaron a la escuadra de Claudio Borghi como la mejor de Sudamérica. Un momento muy dulce que duró poco y dejó, a la postre, un sabor amargo.

De ser la mejor selección, la “Roja”, en sólo cuatro fechas (tres partidos ya que en uno Chile quedó libre) se pasó a deambular por la cornisa del abismo.

Derrota por 1-3 ante Colombia en casa; mismo marcador que se sufrió ante Ecuador en Quito; y caída en el Estadio Nacional ante Argentina por 1-2 dejaron a la Selección Nacional en el sexto lugar de las Clasificatorias rumbo a Brasil 2014. Un panorama que se ve poco alentador.

LA DEBACLE FINAL

Claudio Borghi, tras esta seguidilla de partidos perdidos jugó más fuera de la cancha que dentro de ella.

Día tras día, los rumores sobre su alejamiento de la Selección Nacional se sucedían uno tras otro. Por su parte, la ANFP y Sergio Jadue —además de varios jugadores— le brindaron públicamente su respaldo, por lo que se entendió que el partido de este miércoles era más bien preparativo. Pero no.

Tras la dura caída de hoy ante Serbia, la Selección Chilena se quedó sin técnico, en una nueva demostración de las incongruencias de la ANFP.

 Ahora el organismo rector debe buscar rápidamente un reemplazante para Borghi que sea capaz de dirigir técnicamente a un grupo perdido en lo futbolístico. Compleja tarea.