Neymar brilló en la cancha ante Perú, pero también pasó rabias, principalmente por el árbitro.
El punto máximo de esto fue casi terminando el primer tiempo, cuando se aprontaba a ejecutar un buen tiro libre cerca del área.
El delantero del Barcelona quiso pasarse de listo y quiso "borrar" la espuma puesta por el juez en el césped, la que marcaba dónde tenía que ubicarse el balón.
El árbitro Roberto García estuvo atento, advirtió la maniobra y le terminó mostrando tarjeta amarilla, pese a la indignación del astro.
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