Argentina y Paraguay concretaron lo que fue, hasta ahora, el mejor partido en lo que va de la Copa América.

Los albicelestes ganaban por 2-0 en el primer tiempo en La Serena y parecía que iban a golear, pero los guaraníes rescataron un agónico empate gracias a Lucas Barrios.

El cuadro de Gerardo Martino salió a buscar el triunfo desde el principio y rápidamente se hizo dominador de las acciones.

No obstante, le faltaba profundidad para abrir la cuenta, pero finalmente lo hizo gracias a un error del rival: mal pase atrás de Samudio, Sergio Agüero lo aprovechó y definió con clase a los 29' para poner el justo 1-0 para la albiceleste.

Siete minutos más tarde, Lionel Messi, que ya era una de las figuras del encuentro, puso el 2-0, convirtiendo el dudoso penal que le habían cobrado a Ángel Di María.

Parecía que iba a ser goleada, ya que los trasandinos eran dueños absolutos del compromiso y los guaraníes no habían disparado al arco en toda la primera mitad.

No obstante, las cosas cambiaron en el complemento, un poco por el alza en el rendimiento de los paraguayos, lo que se sumó a un cuadro argentino que se vio "dormido".

Sobre todo luego del descuento guaraní que llegó a los 60', con un verdadero golazo convertido por Nelson Haedo Valdez, lo que le dio vida al equipo de Ramón Díaz.

A partir de allí, el encuentro se hizo de ida y vuelta y los rojiblancos parecieron cada vez más cerca de la igualdad, exigiendo en más de una oportunidad al portero Sergio Romero.

Eso hasta el minuto 90, cuando Lucas Barrios decretó la sorpresa máxima en La Serena, metiendo un zurdazo desde fuera del área, poniendo un 2-2 justo por lo que fue el segundo tiempo.