Puede que en cada carrera terminen últimos, pero en el corazón de sus cercanos y del público que los sigue son los número uno.
La vida de Conner y Cayden Long es una historia de esfuerzo y amor de hermanos, sobre todo, porque uno de ellos, cargó al otro durante un triatlón.
Cuando Conner, de nueve años, supo que su hermano Cayden, hoy de 7 años, tenía parálisis cerebral comenzó a preguntarse de qué manera podía incluirlo en sus juegos.
Por eso, cuando llegó la oportunidad de correr un triatlón en su ciudad, no lo pensó dos veces y le pidió a sus padres que lo inscribieran con una condición: Cayden debía correr junto a él.
Con una balsa para el nado, una carrito pegado a su bicicleta para el ciclismo y un carrito empujado por él mismo para el atletismo, el pequeño Conner corrió su primera carrera junto a su hermano. Lograron el lugar número 32 de 33 y con eso consiguieron construir un lazo indestructible.
Luego de una segunda carrera, llegó la competencia del Iron Man. Era un reto más difícil, pero no imposible. Con la pasión y la garra que lo caracteriza, Conner tomó a su hermano y cumplió todas las pruebas. La hazaña le valió ser nombrado el deportista infantil de año por la revista Sport Illustrated.
Desde que comenzaron a competir en junio del año 2011, ambos han participado en ocho triatlones y cinco carreras. Además, lograron fama en Estados Unidos y escribieron en la historia del deporte un nuevo episodio de integración y amor fraterno.