Fue esa obsesión de triunfo y perseverancia la que le permite a Ignacio Casale decir que el deseo de ser el mejor, el número uno, que copó sus sueños durante años es ahora una realidad.

El "Perro" se transformó este sábado en el primer piloto chileno en ganar el Rally Dakar, lo hizo en cuadriciclos y con amplia ventaja con sus perseguidores.

De su padre, Francisco, heredó la pasión tuerca que el 2010 los unió en la pista en el mismo Dakar. Fue la primera participación de Ignacio en el Rally, pero no como piloto, sino que como navegante en camiones con su progenitor.

En casa, el orgullo y emoción de su madre le dan el impulso que necesitaba para hablar de su hijo. Nacida en Argentina, Mónica Catracchia, cuenta la historia de esfuerzo detrás del triunfo del "Perro" Casale.

Mónica entrega las claves del profesional dentro del casco, el que sumó cerca de 70 horas arriba de su cuadriciclo en el Dakar. El que todos han visto triunfar, porque el que no conocemos, lo presenta su madre en esta nota, desde la intimidad de la pieza del campeón del rally.

En 1998 Ignacio Casale participó en su primera competencia tuerca, para luego pasar por el Freestyle y enduro hasta llegar el 2010 al Dakar.

Comenzó en camiones y luego siguió en motos, pero para elegir el camino de los cuadriciclos fue clave la recomendación de su maestro, Francisco "Chaleco" López, que esta vez no pudo completar la prueba.

Este fue el quinto Dakar de Casale y en todos ha llegado a la meta. Y este fue también el segundo en el que alcanza el podio, después de la gran actuación de 2013.

Por primera vez la prueba tuerca más dura del mundo proclamó a un chileno como el mejor en una categoría. El “Perro” mordió fuerte y marcó su nombre en la historia del deporte nacional.