A sólo horas de un nuevo enfrentamiento entre Chile y Argentina por las Eliminatorias 2026, al otro lado de la cordillera recordaron una de las imágenes más llamativas que se registraron durante aquella histórica final de la Copa América 2015, donde La Roja se proclamó campeón.
Eso sí, esa fotografía que dio vuelta al mundo no fue protagonizada por el combinado nacional, sino que por Lionel Messi y dos pequeños hinchas chilenos, quienes consolaron al astro trasandino en la cancha del Estadio Nacional.
Fue el diario La Nación que conversó con Maximiliano y Martín Sandoval, los hermanos que dieron de qué hablar cuando en vez de festejar con su selección, decidieron acercarse al abatido capitán de la albiceleste.
(Foto: La Nación de Argentina)
En ese entonces los hermanos tenía 9 y 6 años y son primos del seleccionado nacional Charles Aránguiz. De ese momento han pasado 10 años, por lo que su cambio físico es radical. Sin embargo, el recuerdo permanece intacto.
“Él me guiñó un ojo”, recuerda aún un entusiasmado Martín, de hoy 16 años.
“Mi hermano me tironeaba para que fuéramos a verlo, pero yo no me animaba. Hasta que él salió corriendo y lo seguí, pasamos por debajo de las piernas de los carabineros. Todos los que entraban a la cancha iban a festejar, pero nosotros queríamos acercarnos a Messi. Y llegamos a su lado, fue increíble. Él estaba triste, casi llorando. Me sentí paralizado de la alegría, él siempre fue mi ídolo. Mi mente me dijo ‘salúdalo’, pero no me animé a tocarlo. Zabaleta nos gritaba que nos fuéramos y a mí me daba vergüenza, tenía miedo. Le dije ‘hola Messi’, él levantó la cabeza y me guiñó un ojo, no dijo nada. Entonces mi hermano empezó a hablarle”, detalló.
(Foto: La Nación de Argentina)
“Le dije que no estuviera triste, que él también iba a ser campeón con Argentina. Lo toqué, él no dijo nada. Es que en nuestra casa crecimos viéndolo jugar, siempre fue nuestro ídolo”, recordó Maximiliano, de 19 años.
Sin embargo, al volver a su casa nadie les creía la historia que habían vivido. Eso hasta que surgió la fotografía tomado por el fotógrafo argentino Fabián Marelli, enviado al certamen por La Nación.
“A los dos días nos seguían los periodistas por la calle cuando íbamos a la escuela, se peleaban entre ellos para entrevistarnos, fue una locura. Y pasó de ser algo divertido a algo que no nos gustaba: éramos niños”, señaló Martín.
Además, Maximiliano recordó qué les dijo su padre tras lo ocurrido: “Dijo que estaba orgulloso de nosotros porque no fuimos a cargarlo, queríamos consolarlo”.
¿Qué fue de la vida de los hermanos Sandoval?
Maximiliano contó al medio que “soy streamer”, mientras que Martín pensó en dedicarse al fútbol e incluso llegó a tener una prueba en el Inter de Milán, pero prefirió jugar futsal: “No me gusta correr”, aseguró.