Una tragedia enluta al fútbol argentino. Esto luego de que Ramón Ismael Coronel, un joven arquero de 17 años, muriera tras recibir un pelotazo en el pecho al atajar un penal.
"Piki", como era apodado, se desvaneció tras contener el lanzamiento en el duelo válido por la Liga Regional Norteña. Según informó el diario trasandino Olé, "el chico tapó con su pecho el penal, y luego de salir a festejar, cayó desvanecido al suelo".
"Testigos del hecho señalaron que no había ambulancia, por lo que vecinos del lugar trasladaron al adolescente hasta el hospital de Reconquista en una camioneta", agregó.
Sin embargo, Coronel llegó fallecido al recinto hospitalario tras haber sufrido un paro cardiorrespiratorio y no fue posible reanimarlo.