Sin duda debió tratarse de un inocente -aunque llamativo- juego.
Los futbolistas de la selección sueca se pusieron en línea para afinar su puntería haciendo blanco contra... el trasero de su arquero suplente, Johan Wiland.
La imagen causó una gran sorpresa en el país escandinavo, que se debatía entre si se trató de una broma de mal gusto o un mal ejemplo de 'bullying' que podría ser malinterpretado e imitado por los niños.
El caso es que, al término del entrenamiento del martes, los siete jugadores que no participaron en la derrota de Suecia por 2-1 frente a la anfitriona Ucrania realizaron unos juegos con el balón, consistentes en controlar el esférico en el aire sin que cayera al suelo. Wiland perdió y como castigo tuvo que agacharse, bajarse el pantalón y convertirse en el blanco de los disparos de sus compañeros.
La imagen fue grabada por un grupo de periodistas del diario sueco Expressen.
Los jugadores se defendieron de las críticas que llegaron desde su país. "Es sólo un juego. No es 'bullying' si todos quieren participar", comentó el mediocampista Pontus Wernbloom. El defensa Martin Olsson piensa parecido: "Es sólo una broma. Lo hacemos desde que tenemos 12 años".