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El Barcelona de Claudio Bravo venció a la Juventus de Arturo Vidal por 3-1 en un partidazo y se transformó en el nuevo campeón de la Champions League.
El equipo culé, con el portero en la banca, fue dominador en la mayor parte del compromiso y se quedó con la "orejona" en el Olímpico de Berlín, transformándose en el sucesor de su archirrival, Real Madrid, como monarca de Europa.
Aún no se terminaban de acomodar los equipos en la cancha que el Barcelona ya estaba en ventaja. A los 4', Ivan Rakitic mandó a las redes una brillante jugada colectiva y echó por tierra el planteamiento inicial de su rival.
Arturo Vidal se mostró muy activo en los primeros minutos y tuvo una clara ocasión a los 7', pero hizo noticia por otros motivos.
El volante nacional se mostró muy agresivo y fue el primer amonestado del encuentro a los 10', estando, por momentos, muy cerca de la expulsión.
Los catalanes dominaron ampliamente la primera mitad y pudieron haber ampliado el marcador antes del descanso, pero tuvieron que conformarse con el estrecho 1-0.
En el complemento, el equipo de Luis Enrique dominó a Juventus en los primeros minutos, pero pagó caro su falta de efectividad en los metros finales.
Esto porque, cuando parecía "muerta", Juventus reaccionó a los 55'. Luego de una gran maniobra colectiva, Álvaro Morata aprovechó un rebote dejado por Ter Stegen y decretó el sorpresivo 1-1 en Berlín.
Tras la igualdad, los bianconeros -y Vidal- mostraron su mejor cara y encerraron al Barcelona en su campo, haciendo trabajar al portero alemán de los blaugrana.
No obstante, los catalanes le devolvieron la mano a su rival y, en su peor momento en el pleito, pusieron el 2-1 que terminó siendo decisivo.
Lionel Messi, a los 68', encaró hacia el área rival, remató y su disparo fue contenido a medias por el portero Buffon, pero ahí estuvo atento Luis Suárez para mandar la pelota a las redes.
Barcelona pudo ampliar la ventaja tres minutos después y, de hecho, lo hizo con un cabezazo de Neymar, pero el árbitro advirtió un leve roce en la mano del brasileño, invalidando el tanto, pese a las protestas de los españoles.
El partido de Arturo Vidal llegó a su fin a los 79' -en su lugar ingresó Roberto Pereyra- y la Juventus intentó con todo en los minutos finales, sin conseguir demasiado éxito.
Cuando Juventus estaba volcado en busca del empate, y en el séptimo minuto de adición, Neymar liquidó el pleito en una contra, decretando el 3-1 final y desatando la algarabía culé.
De esta forma, Barcelona se quedó con el quinto título de Europa y Claudio Bravo se transformó en el primer chileno en tocar la "orejona".