Sufrió más de la cuenta, pero Barcelona logró quedarse con la Supercopa de Europa.
Tras haber estado ganando por 4-1 ante Sevilla, el cuadro catalán se impuso por 5-4 en el alargue, en un duelo que Claudio Bravo vio desde la banca.
El encuentro comenzó movido desde un principio, ya que a los tres minutos Ever Banega abrió la cuenta para los andaluces con una gran ejecución vía tiro libre.
No obstante, el Barcelona respondió con la misma moneda y peor: Lionel Messi metió dos ejecuciones brillantes a los 7' y 14', dejando las cosas 2-1 también gracias a las pelotas detenidas.
Rafinha amplió el marcador para los de Luis Enrique un minuto antes del final del primer tiempo tras un extraordinario pase de Luis Suárez, lo que ya parecía la lápida al compromiso.
Esto fue aún más allá cuando el propio Suárez hizo el 4-1 para el conjunto culé, en lo que ya era un festín para su equipo, el que no se imaginó lo que le esperaba.
A los 57', José Antonio Reyes descontó, luego hizo lo propio Kevin Gameiro de penal (72'), pero la sorpresa máxima fue cuando, aprovechando un error de Marc-André Ter Stegen, Yevheniy Konoplyanka dejó las cosas en un increíble 4-4.
Ya en el alargue, el Barcelona se pudo recuperar gracias a Lionel Messi. El delantero recibió una falta cerca del área, ejecutó el tiro libre y, tras el rebote´en la barrera, volvió a rematar.
El portero Beto la atajó, pero no pudo contener la pelota y Pedro la mandó a las redes en el minuto 115, decretando la victoria por 5-4.
Sevilla estuvo a un paso de empatarlo en los minutos finales, pero todo terminó siendo un sufrido triunfo para los dirigidos por Luis Enrique.