La violencia en el fútbol argentino no para. Ahora los barra brava de Deportivo Morón, equipo de la tercera división, ingresaron al vestuario para amenazar con armas de fuego a los jugadores que reclaman el pago de sus sueldos, tras sumar dos meses sin cobrar.
Todo ocurrió tras el entrenamiento matutino, cuando los integrantes de "los ultras" entraron libremente a los camarines apuntando con armas de fuego a dos jugadores para exigirles que dejen de pedir el pago de sus salarios.
“Sabemos que hay un trasfondo político detrás de todo esto”, señaló el presidente de la entidad, Pablo Sauro.
El principal señalado por los violentos fue el atacante Javier Rossi, hace uno días hbaía dicho que seguiría insistiendo por los pagos. “Necesitamos que los dirigentes se pongan a la altura de la campaña que estamos haciendo nosotros (marcha en la 5ª posición, a sólo 4 puntos del líder de la Primera B Metropolitana). Con mi señora pasaremos la desgracia hasta junio. Si no responden nada iré al gremio, como hacen todos. Es una lástima que las cosas terminen mal cuando lo único que tienen que hacer es poner plata”, aseguró el fin de semana el jugador, quien fue uno de los apuntados por los delincuentes.