La violencia y los problemas de seguridad en las canchas defútbol no son exclusivos de Chile.
Una bomba de gas lacrimógeno fue lanzada al césped del estadioEl Madrigal durante la disputa del encuentro que enfrentaba al Villarreal y al Celtade Fabián Orellana, por la vigésimo cuarta fecha de la Liga española.
El humo obligó a desalojar el estadio y provocó que los hinchascomenzaran a sufrir problemas de visión y respiración. La gente huía de la canchatapándose la boca con la ropa. Mientras que los jugadores debieron abandonar elpasto durante 25 minutos antes de continuar el partido.
El referí de la contienda, Fernández Borbalán, reflejó elincidente en su acta: “Comenzamos a sentir un fuerte picor en los ojos a la vezque teníamos problemas respiratorios, creciendo de manera significativa estassensaciones a medida que transcurrían los segundos. Considerando que con estasituación era imposible la continuación del partido, decidí dar orden a ambosequipos de ir a vestuarios e interrumpir por el momento el encuentro”.
El partido fue suspendido justo a falta de tres minutos parael final, cuando el Celta se imponía a domicilio por la cuenta mínima, graciasa un gol del chileno Orellana. Unos 30 minutos después, el choque prosiguió.Finalmente el conjunto de Vigo consiguió la victoria frente al Villarreal por0-2.
"EL VILLARREAL LO CONDENA"
El presidente del Villarreal, Fernando Roig, lamentó ycondenó el lanzamiento del bote. "El Villarreal lamenta y condena lo queha ocurrido. Este acto no representa a la afición del Villarreal, que es unaafición tranquila. Ha sido alguien que ha venido a hacer mal al club y ahacernos daño", dijo el máximo mandatario del “submarino amarillo” en conferenciade prensa.
"Ha sido un bote de humo parecido al que utilizan losantidisturbios, aunque no es de ellos, pero se trata de algo similar. Soltar laanilla y lanzarlo. Ha sido muy molesto porque todos hemos sufrido lasconsecuencias de ello. Alguien ha querido hacer mal por hacer mal",reiteró.
SE ESPERA FUERTE SANCIÓN
El Villarreal podría sufrir una fuerte sanción, dependiendode si el Comité de Competición califica estos hechos de infracción leve,grave o muy grave. En el primer caso, la multa sería de 600 euros; las gravesse castigarían con apercibimiento o cierre de uno a tres partidos o dos meses ymulta de hasta 3.000 euros; y las muy graves, con apercibimiento o cierre de cuatro partidosa una temporada y multa de hasta 30.000 euros.