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Bravo tuvo un ingrato debut con Barcelona ante Napoli de Vargas

El golero nacional se estrenó con una genial atajada ante un cabezazo de Hamsik pero en la segunda etapa tuvo evidente responsabilidad en el tanto de Dzemailli.

Francesca Cassinelli

Miércoles 6 de agosto de 2014

Era un sólido debut. Así se pueden calificar los primeros 80 minutos oficiales de Claudio Bravo como nuevo golero del Barcelona de Luis Enrique. El capitán de La Roja fue el escogido para el primer "apretón" de nivel de los culé ante el Napoli del español Rafael Benítez, que tuvo a Eduardo Vargas entre los suplentes.

Y desde un comienzo el arquero nacional comenzó a justificar su arribo a la Ciudad Condal. El ex Colo Colo estuvo impecable para desviar al córner un gran cabezazo del eslovaco Marék Hamsik con una estirada de antología que fue destacada por los diferentes medios internacionales. Pero no fue solamente eso: Bravo estuvo atento en sus cruces, descuelgues y salidas del arco para aportar un buen trabajo con los pies y dar tranquilidad a la defensa del cuadro catalán.

 

 

De hecho, el nacional reprendió en algunas jugadas a sus defensores Montoya y Jordi Alba demostrando que por personalidad no va a dar margen alguno a sus "rivales" en la portería; el alemán Marc Ter Stegen y el español Jordi Masip. Ya a los 71' Benítez se decidió e incluyó a Eduardo Vargas en lugar de Callejón.

Hasta que llegó el fatídico minuto 81'. El arquero nacional efectuó un mal y despeje y luego recibió un disparo de fuera del área de Dzemailli y, tapado por la defensa, estuvo estéril para intentar contener el remate que se le escapó de las manos y sirvió para la apertura de la cuenta en el duelo disputado en Ginebra.

El rostro de Bravo lo decía todo: apenas se equivocó se volteó totalmente contrariado y con gestos de desaprobación. Tras ello, Barcelona, que había sido amplio dominador del encuentro, se fue con todo en busca del merecido empate pero no, no era su noche.