Al parecer, José Mourinho encontró la fórmula que todos los equipos del mundo buscan: cómo poder superar al Barcelona.
El Real Madrid, en una demostración de gran fútbol durante los primeros 45 minutos de partido, superó en todas sus líneas a los catalanes y los obligó a mostrar su peor versión.
Todos saben que el gol de Ángel di María en la final de ida jugada en el Camp Nou fue clave para que los madridistas levantaran su primer trofeo de la temporada.
"El gol de Di María nos dio alas para la vuelta. En casa pudimos rematar aunque hubo que sufrir", comenzó Iker Casillas, figura y capitán del Real Madrid.
"La primera parte fue nuestra y el partido en general, porque tuvimos más ocasiones. Pero Valdés hizo un partido de 10", prosiguió.
La supremacía que había establecido el Barcelona en el fútbol europeo y mundial había sido incontrastable para muchos, sobre todo para el máximo rival, que ya necesitaba con urgencia una inyección de moral ante su archirrival como la Supercopa de España lograda este miércoles.
"La victoria es merecida, aunque nos ha costado jugar con ellos en inferioridad numérica. No veníamos de una racha buena y estábamos en deuda con la afición", sentenció.
Por último el también capitán de la selección de España tuvo palabras para sus rivales, quienes en vez de partir rápidamente a vestuarios, se quedaron para ver la premiación.
"Agradezco al Barça que se quede en el césped para la entrega del trofeo", finalizó.