Si tuvieras que elegir entre una entrada a la final de la Champions League y no dejar plantada a tu polola, ¿qué harías?
Esta es la interrogante que una conocida marca de cerveza le planteó a varios hombres en Madrid, donde, los más atrevidos, lucharon por quedarse con el boleto al compromiso decisivo que se jugará en Lisboa.
El "concurso" fue así: una mesera aprovechaba cuando los varones acudían al baño para encararlos y decirles que les otorgaba la mitad de una entrada para asistir al evento, pero que deberían ir a buscar la otra parte, abandonando a sus parejas en las mesas -sin darles explicación alguna- y corriendo con una pelota bajo el brazo.
La mayoría lo hizo -ante la indignación de sus pololas- y siguió eludiendo obstáculos hasta llegar a la definición final.
No obstante, no todo fue tan terrible para los participantes, ya que, durante el transcurso de la competencia, se le explicó a las mujeres que todo se trataba de un concurso, lo que, sin dudas, evitó una discusión importante.