Todavía no pasa una semana desde que finalizó la edición 2013 de la Copa Libertadores y la Conmebol ya analiza cambios para el próximo año.
Y uno de ellos tendría que ver con la modalidad en que se disputaría la final, la cual tradicionalmente se ha jugado ida y vuelta -como todas las llaves-, más alargue y penales en caso de igualdad.
No obstante, la edición 2013 podría haber sido la última en disputarse con este formato, ya que el Eugenio Figueredo, presidente del máximo organismo del fútbol sudamericano, estaría pensando en reducir la definición a un solo partido, tal como se realiza en competiciones europeas como la Liga de Campeones y la Europa League.
Esto se daría en un campo neutral, imitando los mencionados certámenes del viejo continente, para evitar inconvenientes en cuanto al recinto a utilizar, tal como ocurrió en este año.
La Conmebol exige que un recinto que albergue una final de la Libertadores debe tener al menos una capacidad para 40 mil espectadores, situación que ha obligado en los últimos años a varios equipos a trasladarse de sus estadios para disputar el encuentro, dando cierta ventaja deportiva al rival, algo que se buscaría eliminar con esta medida.
Tal es el caso de Atlético Mineiro, que en su definición ante Olimpia no pudo hacer de local en el Arena Independencia, como lo hace tradicionalmente, jugando finalmente en el Mineirao.