Alejandro Domínguez fue reelecto por unanimidad como presidente de la Conmebol para el periodo 2026-2030 y en su discurso realizó un importante anuncio: la implementación del Fair Play financiero en el fútbol sudamericano, tal y como rige en Europa.
"El próximo paso es innovar e implementar el Fair Play financiero. No queremos clubes endeudados, queremos clubes fuertes. Queremos jugadores que cobren en tiempo y forma. Queremos que se invierta la plata en la logística que va a asegurarnos el futuro. Y, trabajando juntos, podemos soñar y solidificar las bases y las condiciones de nuestros clubes y asociaciones miembro”, explicó el dirigente paraguayo en medio de su discurso tras su reelección.
¿De qué se trata el Fair Play Financiero?
El objetivo de este reglamento es evitar que los clubes gasten más de lo que ganan. En Europa, los clubes están obligados, durante un período de tres años, a alcanzar un punto de equilibrio, lo cual se calcula como la diferencia entre los ingresos relevantes y los gastos relevantes.
En esa línea, se les permite tener hasta 6,5 millones de dólares en pérdidas. No obstante, esta cifra puede aumentar hasta 77,5 millones de dólares si el resto del costo es cubierto por los propietarios.
Eso sí, esto sólo se refiere a los gastos en salarios, transferencias y honorarios de agentes, ítems donde los clubes pueden gastar hasta el 90% de sus ingresos totales durante un período de tres años, antes de que ese porcentaje se reduzca progresivamente hasta el 70%.
En tanto, los gastos realizados en infraestructura, instalaciones de entrenamiento, formación juvenil y el fútbol femenino no se incluyen.
Los castigos
Los clubes que incumplan con el Fair Play Financiero están expuestos a duras sanciones, que van desde multas millonarias hasta la retención de los ingresos que llegan desde una competición de la UEFA o la prohibición de inscribir jugadores en esas competiciones, e incluso hasta la prohibición de que el club compita en alguno de esos certámenes.
Un ejemplo fue lo ocurrido con la Juventus, que fue excluida de la Conference League 2023-24 por incumplir con el Fair Play Financiero.
Lo mismo ocurrió con el Manchester City, que en 2019 fue castigado sin poder participar en competiciones europeas durante dos años, sanción que fue revocada por el Tribunal de Arbitraje Europeo tras la apelación del club y se redujo a una multa de más de 10 millones de dólares por no cooperar en la investigación.