Durante el segundo tiempo del partido entre Colo Colo y Monagas, válido por la segunda fecha del grupo F de la Copa Libertadores, dos hechos de violencia centraron las miradas y causaron temos entre los asistentes al Estadio Monumental.
En primera instancia algunos barristas encendieron bengalas en el sector Arica y obligaron al llamado por altoparlantes debido a la prohibición y posiibles multas. Posteriormente, otra facción de simpatizantes albos protagonizó una brutal pelea en la tribuna Cordillera con uso de elementos contundentes y armas cortopunzantes incluidos.
¿El origen de la rencilla? De acuerdo a las palabras dadas a LUN por parte del presidente del Club Social y Deportivo, las riñas de ciertos "piños" que buscan liderazgo y reconocimiento mediante lienzos y actos vandálicos serían los causantes de los desmanes. "Antes del clásico contra Universidad de Chile habíamos levantado las alertas a Blanco y Negro respecto de lo que estaba generándose en el sector Caupolicán, que es un sector históricamente familiar, que en el último tiempo se ha convertido en un sector generador de audiencia, con gran presencia de fuegos de artificio y lienzos de gran tamaño", manifestó Matías Camacho.
Dado el cierre de los sectores Galvarino y Caupolicán, estos individuos se trasladaron a Cordillera, lugar donde ocurrieron los lamentables hechos que provocarían la suspensión del recinto de Macul por parte de la Conmebol. "Con eso la gente se traslada al sector Cordillera encontrándose con otro grupo de barristas y, por rivalidades internas, terminan desatándose estos de violencia tan condenables", complementó.
Alberto Arellano, autor del libro "De quién es Chile: Colo Colo en la era de las sociedades anónimas", detalló al citado medio la historia rivalidades surgidas en torno a facciones contrarias al interior de la Garra Blanca. "La Garra Blanca está compuesta por 50 o más piños de distintas regiones e intereses. Algunos son violentos, otros van por el lado social, otros son más políticos, etc", puntualizó.