La Champions League asiática genera mucha pasión entre los hinchas de esa parte del mundo, aunque, al menos desde la calidad, tiene mucha distancia con su homónima de Europa.
Eso quedó demostrado en el partido que protagonizaron Al Ahli y Al-Hillal por las semifinales del certamen, donde ocurrió una acción pocas veces vistas en el balompié profesional.
Al-Hillal atacaba, pero, tras un rebote, la pelota se dirigió hacia línea de fondo, siendo cubierta por el defensa Salmin Khamis.
El zaguero creyó -o vio- que el balón había salido de la cancha y la tomó con la mano para alcanzársela a su portero, pero, para su mala fortuna, el árbitro no había pitado.
Lo que sí cobró el juez fue penal, debido a que Khamis, inocentemente, había tomado la pelota dentro del área cuando ésta estaba en juego, en un fallo que no pudo cambiar pese a sus protestas.
Como consuelo, el defensor pudo celebrar que sus rivales desperdiciaron la ocasión, estrellando el remate en el palo.