Este martes, Fluminense sorprendió y derrotó por 2-0 al Inter de Milán en los octavos de final del Mundial de Clubes, dejando una serie de imágenes llamativas.
Una de estas se dio en la previa del encuentro, cuando un fanático brasileño buscó sacar de sus casillas a los hinchas del cuadro neroazzurri.
Para tal fin, el hincha del tricolor se acercó hasta la barra rival con un trozo de pizza comprado en el 7-Eleven y comenzó a ponerle ketchup.
Ante este sacrilegio culinario, los seguidores del elenco italiano comenzaron a gritar tras una reja lamentándose de la acción del brasileño. Incluso algunos se llegaron a tomar la cabeza.
Todo concluyó en el hombre comiéndose la pizza ante las quejas de los europeos que le decían que eso no era "bueno".